Catedral de Narbona, una perla gótica inacabada
En Francia hay numerosas catedrales inacabadas cargadas de encanto. Pero, entre todas ellas destaca la Catedral de Narbona, una de las obras más ambiciosas de la Francia medieval. Descubre con nosotros el espigado tesoro de la Ciudad de los Arzobispos construido hace casi ocho siglos.
Durante nuestro roadtrip por el País Cátaro descubrimos las grandes fortificaciones asociadas al catarismo y a la Cruzada Albigense. Pero también descubrimos lugares de gran belleza con un patrimonio excepcional, como Narbona, la Narbo Martius romana. En su corazón destaca un monumento excepcional, la Catedral de San Justo y San Pastor, inspirada por las grandes catedrales del norte del país. Aunque sin finalizar, esta catedral gótica es la cuarta más alta del país galo. Además, tiene el coro gótico más alto del sur de Francia, cuyas bóvedas parecen diseñadas para elevar los cantos hasta los cielos.
Contenidos del post
- 1 Pinceladas de historia de la catedral de Narbona
- 2 Características de la Catedral de Narbona
- 3 Datos prácticos para visitar la Catedral de Narbona
- 4 Organiza tu viaje a Narbona
Pinceladas de historia de la catedral de Narbona
La historia del templo actual es la historia de todas las construcciones que le precedieron. En el año 313 el emperador Constantino I promulgó el Edicto de Milán estableciendo la libertad de culto en el Imperio Romano. Poco después, en la ciudad de Narbo Martius se construyó una basílica constantiniana. Un siglo después fue destruida por un incendio y sustituida por una basílica latina.
Aparentemente, esta fue utilizada como mezquita durante la invasión musulmana de Francia. Cuando volvió a manos cristianas, el templo se consagró a los mártires españoles San Justo y San Pastor. De esta época se conservan entre otros elementos dos columnas romanas del foro reutilizadas para la nave y visibles desde el claustro. El propio Carlomagno pidió al Papa que Narbona fuese elevada de sede episcopal a archidiócesis, y en el s. IX se construyó una catedral carolingia prerrománica, de la que sólo queda el «campanario de Théodard». Hoy día está muy restaurado y también es visible desde el claustro.
Aunque no tiene estilo, José también posturea
El proyecto de la catedral gótica
En el s. XIII el Papa Clemente IV, antiguo arzobispo de Narbona, decidió «barrer para casa» e impulsar la construcción de una gran catedral gótica. La primera piedra fue colocada en los cimientos de la actual capilla del Sacré-Coeur. Proyectada con dimensiones monumentales, para construirla tenían que demoler parte de la muralla romana. Como era habitual, se iniciaron las obras por el ábside, de forma que se pudiese utilizar lo antes posible el templo para dar misa.
La obra iba despacio y por suerte en el s. XIV todavía no habían demolido las murallas romanas. ¿Suerte? Pues sí, porque esas mismas murallas fueron vitales en la defensa de Narbona ante las incursiones del príncipe de Gales Eduardo de Woodstock, más conocido cómo el Príncipe Negro. Posteriormente hubo varios intentos de finalizar la construcción de la catedral, pero ninguno llegó a término.
Mapa con las dimensiones previstas de la Catedral. La parte construida aparece en negro y en rojo el proyecto del s. XIX de Eugène Viollet-le-Duc para coronar la obra con un pórtico fortificado
La construcción del Nuevo Palacio Arzobispal en el s. XVII y del Hôtel de Ville en el s. XIX terminaron de dar forma a este peculiar y excepcional conjunto arquitectónico, con muestras de arquitectura carolingia, románica, gótica y renacentista.
¿Por qué no se terminó de construir la Catedral de Narbona?
Una explicación simplista sería que se acabaron los fondos para su construcción. Además, en el s. XIV Narbona perdió su puerto fluvial, tuvo que hacer frente a las incursiones del Príncipe Negro y sufrió un brote de peste. Sin duda, todos estos factores se conjugaron para evitar que la Catedral de Narbona fuese construida, pero no fueron determinantes.
El motivo principal por el que la Catedral de Narbona permanece inacabada fue el conflicto entre los cónsules de la villa y el capítulo catedralicio. Los cónsules ya estaban mosqueados con el Arzobispo por el derribo de la Torre Capitolina. Por eso, se opusieron a todos los intentos de tocar las murallas de la ciudad. Los canónigos llevaron el asunto al rey de Francia y durante años el conflicto estuvo enquistado. Finalmente, se alcanzó un acuerdo entre el consulado y el capítulo, permitiendo la construcción del claustro, pero el precio fue un templo inconcluso.
Características de la Catedral de Narbona
El templo está dedicado a los mártires hispanorromanos San Justo y San Pastor, también conocidos como los Santos Niños. Durante la invasión musulmana de la Península en el s. VIII se temía que los restos de los santos fuesen profanados, y parte fueron trasladados a Narbona. Para ubicarte mejor en tu visita, te dejamos este mapa de la Catedral de los Santos Justo y Pastor. Así, podrás comprender mejor este templo inacabado y ver los detalles defensivos que se incluyeron en el mismo. No hay que olvidar que la Catedral se empezó a construir muy cerca de las antiguas murallas.
El exterior
Sin duda, es interesante rodear la Catedral de Narbona antes de entrar en el templo. Es posible hacerse una idea de las proporciones que tenía proyectadas observando las columnas y restos que se encuentran en la Rue Gustave Fabre.
Patio de San Eutropio (s. XVIII-XIX)
Aquí se puede ver el muro de cierre del coro y un magnífico crucero al aire libre rodeado de altos muros. Un esbozo evocador del gran proyecto que fue en su día este templo.
Jardines del Arzobispo
El primer gran jardín de recreo de Narbona, obviamente de estilo francés 😜, se encuentra adosado a la catedral. Trazado en el s. XVII, tiene acceso tanto por el claustro de la Catedral cómo por una puerta que hay en la Rue Gustave Fabre. Su horario de apertura es de 9:00 a 18:30.
Sólo por su riqueza natural merece la pena una visita a los Jardines del Arzobispo. Además de sus cedros centenarios y sus árboles frutales, tiene un reloj de sol que también es una fuente. Pero sin duda, lo mejor de este parque son las fantásticas vistas del conjunto monumental de la Catedral.
Semioculto en la terraza del jardín hay un banco público gigante ideal para posturear realizado por el artista contemporáneo Lilian Bourgeat en 2014.
El interior
Como verás más adelante, hay dos posibles accesos a la Catedral de Narbona. El recorrido que describimos empieza por el acceso del claustro.
Claustro
El Claustro gótico construido entre los s. XIV y XV une el Palacio Arzobispal con el coro de la catedral. Sus galerías tienen bóvedas de crucería iluminadas por cinco arcos apuntados. Estas galerías también se utilizaban como cementerio.
El claustro de la Catedral de Narbona se construyó dónde se encontraba la nave de la antigua catedral carolingia prerrománica. Desde aquí tienes unas buenas vistas del campanario de esta antigua catedral, la Torre Clocher de Theodard. Visitarlo te transporta directamente al medievo. En el claustro hay una puerta que permite el acceso al interior del templo.
Coro de la Catedral
El interior es majestuoso, e inmediatamente nos trae reminiscencias de las catedrales del norte de Francia. El coro es grandioso y refinado, con unas altas bóvedas de más de 40 metros de altura. En el destaca el gran órgano del s. XVIII y las sillas dónde se sientan los feligreses. Es lo que tiene ir a oír misa a un templo inacabado, que los asientos se colocan en lugares extraños. De hecho, el coro es la única parte realmente terminada de la Catedral.
Las capillas del ábside
Hay un total de cinco capillas poligonales del mismo tamaño. Mirando desde dentro al ábside de derecha a izquierda son San Miguel, la del Sagrado Corazón o San Pedro, la de Nuestra Señora de Belén, la de la Santísima Trinidad y la Capilla de San Martín. Merece la pena detenerse y observar las vidrieras, casi todas originales.
Capilla de San Miguel
En el retablo destaca la tabla del Combate de San Miguel contra los ángeles rebeldes, de Antoine Rivalz. Enfrente ce la capilla se encuentra la suntuosa tumba con dosel del arzobispo Pierre de la Jugie. Desgraciadamente, su estado de conservación es bastante deficiente.
Capilla del Sagrado Corazón
Conserva varios enterramientos en el suelo y dos bellos tapices del s. XVII. Enfrente está la tumba de baldaquino del arzobispo Louis de Vervins.
Capilla de Nuestra Señora de Belén
La capilla central del ábside de la Catedral de Narbona alberga una auténtica obra de arte en piedra. En ella se encuentra el antiguo retablo de piedra policromada del s. XIV con más de 26 m2 de esculturas.
Fue encontrado en fragmentos bajo una decoración de paneles de mármol y restaurado cuidadosamente durante diez años. Esta maravilla está decorada con más de doscientas figuras. La magnífica estatua de alabastro de la Virgen con el Niño no pertenecía al retablo y data del tercer cuarto del s. XIV.
En la parte superior hay ocho estatuas y una decoración arquitectónica de frontones y pináculos dónde se pueden ver ángeles, músicos, santos y profetas. La parte central muestra seis escenas evangélicas que representan las fiestas cristianas vinculadas a la vida de Cristo. La parte inferior la ocupan los cuatro lugares dónde van las almas de los difuntos, el Purgatorio, el Limbo, el Infierno y el Paraíso.
Capilla de la Santísima Trinidad
En sus cimientos se encuentra la Primera Piedra de la Catedral, enviada por el Papa Clemente IV en 1272. Enfrente de la misma está la famosa tumba monumental renacentista del arzobispo Guillaume Briçonnet.
Capilla de San Martín
La pintura central de su retablo representa La Resurrección de Lázaro, y es una copia del pintor francés del s. XVIII Charles-André van Loo. El original fue pintado en el s. XVI por Sebastiano del Piombo por encargo del Papa Clemente VI, que también fue arzobispo de Narbona. La copia fue encargada por el Regente de Francia, que añadió el original a sus colecciones privadas. Por si tienes curiosidad, el original está hoy día en la National Gallery de Londres.
Las capillas laterales
Entre estas capillas nos llamó la atención la dedicada a Santa Teresa de Jesús. Si es que somos tan provincianos que nos llaman la atención hasta los santos patrios que vemos en el extranjero😜. Otra capilla destacada es la de San José, con el memorial a Jean Seigneuret de la Borde, benefactor de la catedral fallecido a principios del s. XVII.
El Tesoro de la Catedral
Está ubicado en un edificio de dos plantas de principios del s. XV accesible a través del coro de la capilla de San Miguel. En la planta baja se encuentra la Capilla de la Anunciación mientras que el Tesoro está en el primer piso, en la Sala Capitular.
La Sala del Tesoro es cuadrada, con una cúpula de ladrillo. Allí se guardan obras notables que van desde el período carolingio hasta la época moderna. Los distintos objetos dan testimonio del poder y riqueza de los Arzobispos de Narbona. Destacan La Cruz Gloriosa, una placa de marfil tallada del s. IX; el tapiz de «La Creación del Mundo», realizado en el s. XV por artesanos de Bruselas; y el Relicario de San Prudente en cristal grabado, plata repujada y marfil.
Datos prácticos para visitar la Catedral de Narbona
Acceso a la Catedral de Narbona
Al estar inacabada, el acceso principal de la Catedrale Saint Just et Saint Pasteaur es algo peculiar y se realiza por el claustro. Las personas con movilidad reducida ♿ pueden entrar por la Rue Armand Gautier, por una puerta que da a una de las capillas de la girola.
Acceso para personas de movilidad reducida
Horario de la Catedral de Narbona
El templo abre todos los días de 10 a 12:45 y de 14 a 18 horas. De junio a septiembre el horario se amplía y la Catedral de Narbona abre de 10 a 18:00. Sea cual sea la época del año, no se puede acceder durante las ceremonias religiosas. Hay misas semanales los vienes y sábados a las 10 y los domingos a las 11.
Precio de la Catedral de Narbona
La visita tanto a la Catedral como al claustro es libre y sin coste. La visita al tesoro cuesta 6 € y su horario es el mismo que el de la catedral, aunque cierra 15 minutos antes. Aunque te parezca algo caro debes verlo, porque es uno de los diez más importantes de toda Francia. Por suerte, la entrada al tesoro está incluida en las tarjetas Pass Narbona Monumental (10 €) y en la Pass Palacio-Catedral (6 €).
Si tienes la oportunidad prueba a disfrutar de un concierto en la Catedral. Nosotros la visitamos de día y luego volvimos al atardecer para disfrutar de un concierto en el coro. Sin duda, una auténtica delicia.
ya sabes todo lo necesario para visitar la Catedral de Narbona, el templo gótico inacabado de la Ciudad de los Arzobispos. ¿A qué estas esperando? ¡¡Hasta pronto!!
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