Exposición Auschwitz, no hace mucho, no muy lejos
La mera mención de Auschwitz es suficiente para provocarnos un escalofrío. Nos recorre un sentimiento visceral que inmediatamente nos trae a la memoria todo lo que hemos oído de ese terrible lugar. Y precisamente de eso trata la Exposición Auschwitz en Arte Canal Madrid, de memoria y de recuerdo. Porque 72 años son no hace mucho, y 2.800 kilómetros, no muy lejos.
Hasta el 17 de junio de 2018 en el Centro de Exposiciones Arte Canal Madrid podemos encontrar la primera exposición itinerante sobre Auschwitz. España ha sido el país elegido para iniciar un recorrido de 7 años y 14 destinos en Europa y Estados Unidos.
ÚLTIMA HORA – PRORROGADO: Tras recibir a más de 350.000 visitantes, la Exposición Auschwitz ha sido prorrogada hasta el 3 de febrero de 2019.
En palabras del Comisario Jefe de la exposición, el Dr. Robert Jan van Pelt, cuando la exposición termine, muchos de los supervivientes del campo de exterminio habrán muerto. Otros perderán sus recuerdos por la edad y la enfermedad, como ya le ha pasado a su madre. Esa es la razón de ser de la Exposición Auschwitz, el recuerdo de lo que nunca debió suceder, para que nunca vuelva a pasar.
En su discurso, el Dr. Jan van Pelt alabó el lugar elegido para la exposición, un antiguo depósito de agua. Según nos contó, los supervivientes de Auschwitz lo primero de lo que hablaban es del agua. Durante el traslado al campo de concentración, pasaban días encerrados sin ningún suministro de agua. Una vez en su destino, les seguían negando lo más básico, el agua potable. Por eso, su madre le enseñó que, un vaso de agua es «más valioso que nada en la Tierra».
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Centro de Exposiciones Arte Canal Madrid
Como ya hemos dicho, Arte Canal está ubicado en un depósito subterráneo de agua potable de Canal de Isabel II. La estructura, anterior a la Guerra Civil, fue restaurada y acondicionada respetando su aspecto original.
El área de exposición abarca más de 2.000 m2 y ha visto pasar una docena de muestras. En Arte Canal vimos por primera vez a los Guerreros de Xi’an. También nos descubrió lugares como Pompeya, y figuras históricas como Alejandro Magno o Cleopatra.
Las obras de acondicionamiento iniciadas en septiembre de 2016 han retrasado un año el montaje de esta muestra tan compleja. Ahora, Arte Canal nos trae la exposición más triste, emotiva y dolorosa que hemos visto jamás.
Como llegar al Centro de Exposiciones Arte Canal
Pues como siempre, os dejamos un mapa, muy útil si no sois de Madrid. Lo aconsejable es ir en metro a Plaza de Castilla (Líneas 1, 9 y 10). Además, en Plaza de Castilla hay un intercambiador de transportes, y tenéis muchos autobuses tanto urbanos como interurbanos con parada allí.
Como siempre, recomendamos no ir en coche. Madrid tiene mucho tráfico y en toda la zona el estacionamiento es de pago. Si no hacéis caso de este consejo, en el parking del Centro Comercial Castellana 200. tenéis una hora de estacionamiento gratuito. Eso sí, en una hora es imposible ver la Exposición Auschwitz.
Horarios de la Exposición Auschwitz
Como muy tarde, podrás acceder a la exposición una hora y media antes de la hora de cierre. El horario normal es de lunes a domingo de 10:00 a 21:30. Los días 24 y 31 de diciembre sólo abre hasta las 18:30. La Exposición Auschwitz sólo cierra el 25 de diciembre y el 1 de enero.
Entradas a la Exposición Auschwitz
La entrada general cuesta 10,50 € entre semana y 12,50 € fines de semana, festivos y vísperas. Estudiantes, jubilados, desempleados, profesores y familias numerosas tienen una entrada reducida 8,50 € entre semana y 9,50 € el resto. Los menores de 7 años entran gratis.
Los lunes son el día del visitante, y la entrada tiene un precio único de 7 €, así que ya sabéis y aprovechad, aunque deberéis prepararos para las colas.
Todas las entradas incluyen audioguía gratuita, excepto las de menores de 7 años. Las entradas las podéis adquirir en taquillas, o en esta página (con 1 € de gastos de gestión).
A la hora de reservar, deberás indicar la hora a la que quieres entrar a la exposición. Podrás acceder dentro de los 60 minutos siguientes a la hora elegida.
Accesibilidad
Toda la exposición está adaptada para personas con discapacidad. Ya os hemos indicado que hay audioguía, pero no tiene carteles en braile. Aquel que lo necesite también tiene a su disposición sillas de ruedas.
Los discapacitados no pueden acceder de forma gratuita, como era habitual en las exposiciones de Arte Canal. En su lugar, tienen derecho a entrada reducida.
La visita a la Exposición Auschwitz
La exposición es muy grande, con más de 600 piezas originales y necesitaréis varias horas para recorrerla. La audioguía dura 90 minutos, pero sólo cubre las piezas más importantes de la exposición. Si veis todos los audiovisuales y examináis cada objeto, podéis pasar toda una mañana recorriendo la Exposición Auschwitz.
Por motivos de conservación de las piezas, la temperatura de las salas se mantiene a 21 grados. Ahora que ha llegado el calor, es recomendable llevar alguna prenda de abrigo para hacer la visita.
Exposición Auschwitz, no hace mucho, no muy lejos
La Exposición está articulada de forma cronológica y se divide en 25 ámbitos diferenciados. Estos ámbitos se agrupan en 4 áreas siendo la más extensa la dedicada al complejo de Auschwitz en sí.
Introducción
Para nosotros la visita comenzó en el exterior, bajo la lluvia, con el cielo llorando por lo que estábamos a punto de contemplar. A la intemperie, vemos un vagón de mercancías. En cada uno de estos vagones, se hacinaban casi un centenar de personas con destino a campos de concentración y de exterminio.
Nadie sabe a ciencia cierta el número de víctimas del genocidio nazi. Se estiman en un mínimo de once millones de personas, de las cuales millón y medio murieron en Auschwitz. Principalmente judíos, pero también polacos no judíos, gitanos, prisioneros de guerra, homosexuales… todos ellos fueron despojados de su identidad y reducidos a un mero número. Por eso, la Exposición Auschwitz pretende devolver a todas las víctimas su dignidad y su individualidad. Muchas veces nos quedamos con los fríos datos, olvidando que detrás de cada víctima hay una historia y una vida, que ni pueden ni deben ser olvidadas.
«Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo»
George Santayana
La frase anterior es lo primero que vemos al descender a la exposición. Estas palabras resumen a la perfección el significado y el objetivo de la muestra.
Área 1 – El Encuentro
La exposición comienza ubicando Auschwitz a nivel geográfico y temporal. En el siguiente ámbito el elemento más llamativo es un único zapato. Este testigo mudo simboliza que cada par de zapatos esconde una vida y una historia. En cierto modo, nos recordó al monumento «Zapatos en la orilla del Danubio» de Budapest.
El 27 de enero es el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Justo ese día, en 1945, Auschwitz fue liberado por el ejército soviético. En las paredes de la exposición, las frases de los mandos soviéticos y de algunos supervivientes nos trasladan a la alambrada electrificada, gris y siniestra, que rodeaba el campo de concentración.
Área 2 – Antes de Auschwitz
Los ámbitos que componen este área suponen un viaje en el tiempo. Empezamos conociendo Oświęcim, una pequeña población de Europa central, llamada Auschwitz en alemán. Luego descubrimos las catastróficas consecuencias de la Gran Guerra para Alemania, que fue derrotada y humillada.
Adolf Hitler y el partido nazi aprovecharon la situación para llegar al poder, y acusaron sin tapujos a «los judíos» de ser los responsables de la derrota Alemana. Ciudadanos alemanes, vecinos y amigos de repente pasaron a ser indeseables simplemente por ser judíos. Con un cinismo infinito, se llegaba a afirmar que el deber alemán era castigar a los judíos si provocaban otra gran guerra.
El resto es historia, Polonia fue ocupada en 1939 y estalló la Segunda Guerra Mundial. Ahora la Gran Guerra había pasado a ser la Primera Guerra Mundial.
Área 3 – Auschwitz
Estamos ahora ante la parte más grande de la exposición. En ella descubrimos que el campo de concentración de Auschwitz es en realidad un complejo colosal compuesto de varios campos de concentración. El más terrible era el campo II, Auschwitz-Birkenau, cuyo único propósito era el exterminio.
Recorremos los distintos ámbitos descubriendo las historias detrás de las deportaciones y de aquellos judíos que se ocultaban para evitarlas. Aquellos que ayudaban a los judíos corrían un terrible riesgo personal, puesto que si los pillaban, compartirían su destino. En este punto nos vinieron a la memoria las sensaciones que tuvimos al visitar la casa de Ana Frank en Ámsterdam.
La lista de Schind.. perdón, de Ángel Sanz
Todos conocemos la increíble labor del empresario alemán Oskar Schindler, que salvó la vida a unos 1.200 judíos durante el Holocausto. Pero menos conocido es el español Ángel Sanz-Briz, apodado «El Ángel de Budapest». Este diplomático español destinado en Hungría salvó la vida de unos 5.000 judíos durante el Holocausto diciendo que tenían origen sefardí y dándoles pasaportes españoles.
El camino hacia Auschwitz, el camino de la perdición
El recorrido de la exposición pasa a ser ahora el recorrido hacia el propio Auschwitz y una descripción de su funcionamiento. Nos impresiona mucho ver las maletas abandonadas, mudos testigos de un terrible engaño que hablaba de reubicación y no de extinción.
A los enviados a Auschwitz se les decía que les trasladaban para garantizar su seguridad. Además, les contaban que en su destino tendrían la oportunidad de trabajar acorde a sus capacidades y ser ciudadanos útiles para Alemania.
El andén, la llegada, el expolio de todas las pertenencias, la anulación del individuo reducido a un mero número. Todo el cruel procedimiento es descrito con detalle en las salas siguientes. Durante este duro recorrido, vemos otras piezas como el armazón de un carrito de bebé, un segmento de un barracón de madera o la reconstrucción del interior de una cámara de gas.
Conocemos también como era el día a día en el campo de concentración tanto para las víctimas como para los verdugos. Sorprende descubrir que estos últimos vivían en una especie de idílica realidad paralela, inmunes al horror que les rodeaba.
Llegamos al final de este área para descubrir cómo ante la inminente llegada de las tropas soviéticas, miles de prisioneros fueron trasladados a otros campos en el interior de Alemania. Esta auténtica marcha de la muerte provocó 15.000 víctimas debido a las terribles condiciones del traslado.
Por otra parte, se volaron los crematorios y se prendió fuego a los cobertizos de selección y almacenamiento conocidos como «Kanada». En estos cobertizos se almacenaban los objetos de los prisioneros. Después eran clasificados y enviados a Alemania en los mismos vagones que habían traído a sus antiguos dueños. El nombre «Kanada» era porque representaban el Canadá, una tierra de recursos ilimitados y fuera de todo alcance.
Área 4 – Después de Auschwitz
El final de este paseo por el tiempo llega con el área dedicada a los supervivientes y al campo de concentración en la actualidad. Descubrimos el Museo en el que se han convertido el campo de concentración original y Auschwitz-Birkenau. Esperamos ir pronto a Polonia, y completar lo visto en esta exposición con la visita al lugar dónde ocurrió todo.
Final de la visita
Salimos del Centro de Exposiciones Arte Canal Madrid y fuera ha dejado de llover. La Exposición Auschwitz nos deja bastante mal cuerpo y un mal sabor de boca. Sin embargo, creemos que esto es bueno, porque Auschwitz es ya mucho más que un símbolo del horror. Setenta y dos años después de su liberación, Auschwitz es un legado inmaterial que debemos transmitir, para no olvidarnos de los límites de la barbarie humana.
Aprovechas que la han prorrogado y tenéis hasta el 7 de octubre de 2018 para ver la Exposición Auschwitz en España ¡¡Hasta pronto!!
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