Visita al corazón de la Rioja Alavesa
La Rioja Alavesa es un oasis del vino fruto de su ubicación privilegiada, separada del resto de Álava por las Sierras de Cantabria y Toloño y de La Rioja por el río Ebro. Pero no sólo de vino vive el hombre, y en este tesoro escondido del País Vasco descubrirás también un rico patrimonio histórico y cultural que os conquistará igual que nos ha conquistado a nosotros.
Contenidos del post
¿Por qué visitamos la Rioja Alavesa?
Lo reconozco, tengo mucha suerte, pero es una suerte muy particular, sólo es efectiva si se sortea un viaje, no para la Lotería de Navidad 😡. Por supuesto, ayudo a la diosa fortuna participando en todo concurso que encuentro. Por eso ella me ha sonreído con viajes a Bergen, Loarre, Barcelona, un vuelo a Perú y el más reciente giro de su rueda me ha llevado a la Rioja Alavesa.
El culpable fue Basquetour, la Agencia de Turismo del Gobierno Vasco, y su promoción The Basque Route – De ruta por Euskadi. José visitó hace algunos años Vitoria-Gasteiz por trabajo y vino enamorado de esta ciudad, así que puestos a elegir, me quedé con la ruta de Vitoria-Gasteiz – Laguardia.
Además, tanto las empresas dedicadas al turismo como las distintas oficinas de promoción turística se han volcado con nosotros y nuestro blog… ¡¡muchas gracias por vuestra acogida y por hacernos sentir como en casa!!
Ya me estoy enrollando más que una persiana. ¡¡Se acabaron los preámbulos y vamos al turrón!! … o en este caso a la uva. Aquí tenéis el resumen de nuestros tres días en la Rioja Alavesa.
Día 1 – Viva el Vino
Madrugamos para llegar a Laguardia antes del mediodía. Dejamos a todo correr nuestras maletas en el Hotel Villa de Laguardia y subimos a toda velocidad al pueblo.
Ruta por Laguardia, la capital de Rioja Alavesa
Iniciamos el recorrido por esta villa, que por méritos propios está entre las más bellas de España. Llegamos justo para ver cómo los autómatas del Reloj Carillón de la Plaza Mayor salían al balcón a iniciar su danza al son de la dulzaina. ¡¡Ojo!! Si queréis verlo tened en cuenta que va adelantado 5 minutos.
Después fuimos a la Torre Abacial, dónde nos unimos a una visita guiada. Si quieres una visita privada por LaGuardia, puedes reservarla en el siguiente enlace. Dejamos las espectaculares vistas del pueblo y los alrededores que nos ofrecía la torre para adentrarnos por la Calle Mayor. Aunque es estrecha, tiene mucho encanto. Eso sí, estaba más repleta de gente que la Gran Vía de Madrid. Cosas de los puentes 😜.
Vimos también el Estanque Celtibérico, el mayor de toda Europa, descubierto casualmente mientras se excavaba un parking 😲. También nos detuvimos en la Iglesia de San Juan y la Capilla de la Virgen del Pilar. ¡¡Ojito, que esta es la Virgen del Pilar de Laguardia, no de Zaragoza!!.
Terminamos en la Plaza Mayor, desde dónde nos encaminamos al Restaurante Amelibia, cercano pero fuera de la muralla. Una pena ir en invierno, porque además de ofrecer una comida maravillosa, tiene unas espléndidas vistas de las viñas circundantes.
Dos horas después salimos llenos de energía rumbo a la Oficina de Turismo, en la Calle Mayor. Allí, Maribel y Zurine nos dieron un mapa de Laguardia. Eso sí, el turismo en el que nos queríamos centrar esa tarde era el enológico.
Las Bodegas de Laguardia
Ese día habíamos reservado dos visitas en unas bodegas en el interior del recinto amurallado de Laguardia. Una de ellas era la histórica Casa Primicia, donde Mikel nos desgranó la crónica de este edificio del s. XV. La otra era la tradicional Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre, donde se siguen preparando vinos como antaño.
Cuando terminamos íbamos la mar de contentos y deambulamos por las calles desiertas de Laguardia disfrutando de su carácter medieval. Estábamos tan cansados que cogimos el ascensor para bajar a la zona dónde estaba nuestro hotel. ¿Qué pasa?. La modernidad y la comodidad no están reñidas con el carácter medieval 😜.
Descansamos un poco fuimos a cenar. Os lo creáis o no, es un problema comer o cenar en el norte. No sólo está todo riquísimo, las cantidades suelen ser excepcionales. Tras una opípara cena que casi acabó con nosotros y habiendo bebido más vino ese día que en el resto de nuestra vida decidimos pasear un poco. Por eso, subimos nuevamente al centro histórico de Laguardia. Además, estrenábamos reflex y aprovechamos para hacer algo de foto nocturna.
Día 2 – Vitoria, la Capital Verde
Acostarse tarde y dormir poco. Nuestros viajes tienen poco de descanso, pero es que si no no nos da la vida. El desayuno era muy variado y de calidad, pero todavía estábamos algo inflados y comimos poco. Cogimos nuestros bártulos y pusimos rumbo a Vitoria-Gasteiz atravesando el Condado de Treviño, una isla burgalesa en un mar alavés. La belleza de este camino nos daba ganas de parar en cada pueblo, pero teníamos prisa, así que lo hemos dejado anotado para otra ocasión 😢.
Estábamos en medio de un bosque rodeados de niebla y de repente… la Capital Verde surgió de la nada en medio de un claro de luz. Aparcamos y paseamos por Vitoria hasta llegar a la Catedral, parando eso sí en la que considero que es la plaza más bonita de toda la ciudad, la Plaza de la Virgen Blanca.
La Catedral que inspiró Los Pilares de la Tierra
La Catedral de Santa María de Vitoria se encuentra «abierta por obras» desde su cierre al culto por problemas estructurales. Lo más interesante de esta visita es poder ver los cimientos y detalles de estas grandes edificaciones que normalmente son pasados por alto, así como descubrir las soluciones estructurales al complejo problema de mantener en pié este monumento gótico.
Nuestra visita guiada terminó en los restos de las murallas de la ciudad, desde donde callejeamos para poder observar los modernos y coloridos murales que adornan algunos de los edificios de Vitoria-Gasteiz, conformando un itinerario de sorprendente belleza por esta «ciudad pintada».
Descubrimos Salburua
Habíamos quedado con Roberto de GreenBikers a las tres y media para conocer el Anillo Verde de Vitoria y alrededores, así que tomamos unos pintxos en la terraza de La Malquerida y nos fuimos a disfrutar con una bicicleta del maravilloso día que hacía.
Gracias a Greenbikers hemos descubierto las excelencias de las bicicletas eléctricas. ¡¡Yo quiero una!!. Ojito porque no va sola, lo que hace es ayudarte. Si eres un poco vago y no pedaleas se puede descargar la batería y te quedas con una bicicleta normal. Eso mismito le pasó a José 😊.
El Anillo Verde de Vitoria está compuesto por parques y bosques de gran riqueza natural que rodean la ciudad. Uno de estos parques es Salburua, de gran valor ambiental. En este humedal hay varios itinerarios que nos permiten ver ciervos, patos, cigüeñas, lagos y disfrutar de su estupendo Centro de Interpretación.
Andando o en bici, es una maravilla recorrer este pulmón verde a tan sólo 10 minutos del centro de Vitoria. Dejamos el Anillo Verde para ir hasta Estibaliz a visitar el Centro de Interpretación del Románico en Álava. Cuando lo estás pasando bien el tiempo vuela y nos dieron más de 6 así que casi de noche volvimos pedaleando a Vitoria. Aunque íbamos por carretera, los conductores mostraban un gran respeto ante los ciclistas, así que no te sientes inseguro en ningún momento.
Vitoria de noche
Ya de noche, dimos una vuelta por las calles de la ciudad sólo para que nos asaltase la duda de si Vitoria es más bonita de día o de noche… ¡¡mejor disfrutar de las dos!!
Antes de que se nos hiciese tarde, pusimos rumbo a Laguardia ya por la A-1 para cenar nuevamente en nuestro alojamiento y descansar, porque había sido un día bastante movido.
Dia 3 -Hasta pronto Rioja Alavesa
Antes del check-out nos dedicamos a recorrer nuestro alojamiento ¡¡no habíamos tenido tiempo ni de verlo!! 😲. Si no hubiésemos tenido tanto que ver y que hacer tal vez nos hubiésemos detenido en su Spa.
Subimos a Laguardia y caminamos por la Calle Mayor sin prisas, disfrutando de la tranquilidad y la ausencia de turistas. Por indicaciones de Javier de Pepita Uva, volvimos a la Iglesia de San Juan para que nos la explicará su compañera Idoia en una visita más reducida. Luego, vimos el pórtico gótico policromado mejor conservado del mundo, el de la Iglesia de Santa María de los Reyes.
Primero entras a oscuras y tras un pequeño audiovisual lo ves en todo su esplendor ¡increíble!. Al final fuimos los últimos en irnos por querer hacer fotos desde todos los ángulos posibles.
Teníamos cita con Amaia, de las Bodegas Solar de Samaniego y así terminar nuestra ruta vinícola. Para unos apasionados de la lectura como nosotros, nos pareció fantástico el proyecto «beber entre líneas», que conjuga literatura y vino.
Los dólmenes de Laguardia
Ya era la hora de comer y teníamos que volver a casa, pero si no veo los dólmenes de Laguardia reviento. Tomamos algo rápido y terminamos nuestro paso por la Rioja Alavesa observando estas increíbles construcciones milenarias, mudo testigo de sus primeros pobladores ¡¡Hasta pronto!!
Menudo planazo de fin de semana, veo que os fue fenomenal y lo pasastéis genial. Habrá que conocer esta zona tan chula!
Paloma
Pingback: Ruta por las Bodegas de Laguardia con mapaymochila
Pingback: Los 14 pueblos más bonitos de España según los socios de MadTB - Madrid Travel Bloggers
Pingback: Estamos de aniversario, mapa y mochila cumple tres años