Castillo de La Adrada
El Castillo de La Adrada se construyó en el s. XIV transformando la parroquia que se alzaba en la colina cien años antes… pero antes de estos sucesos había otra construcción más antigua de origen romano dónde según se cuenta tuvo lugar la siguiente historia.
Curiosidades de la historia – La reina mora de España
Dicen las leyendas que durante el s. XI, en el antiguo castillo de La Adrada, el rey Alfonso VI de León mantuvo un romance con la antigua esposa del rey taifa de Córdoba Abu Nasr Al’Fath al-Ma’mun, la bellísima princesa Zaida.
La leyenda también cuenta cómo tras dar al rey un heredero varón, Zaida se bautizó en Burgos con el nombre de Isabel y ambos se casaron. Si eso es cierto, ella hubiese sido la primera reina castellana en llamarse así, y no Isabel la Católica 😯 .
Sea verdad o no, lo cierto es que Zaida fue enterrada en el mismo lugar donde lo fueron las otras esposas e hijos de Alfonso VI, el Monasterio de San Benito de Sahagún.
La actual fortaleza la inició hace más de seis siglos el Condestable de Castilla Ruy López Dávalos, aprovechando parte de los muros de la primitiva iglesia gótica (s. XIII) de carácter fortificado que había sustituido a la fortaleza romana.
En el s. XV pasó a manos de Álvaro de Luna. Aunque la caída en desgracia del valido del rey y su ejecución no tuvieron lugar entre estos muros, todavía encontramos su orgulloso escudo en los mismos.
Curiosidades de la Historia – El destino de Álvaro de Luna
Según se cuenta, una bruja le dijo a D. Álvaro de Luna que moriría en cadalso. Creyendo que se refería a su fortaleza Cadalso de los Vidrios, a menos de una jornada de La Adrada, decidió no volver nunca más a ese lugar.Por desgracia, no había interpretado bien el augurio,
porque años más tarde sería ejecutado en el cadalso instalado en la Plaza Mayor de Valladolid.
En esa época se reforzaron los muros para poder soportar el fuego de las nuevas armas de guerra, se abrieron troneras para la instalación de artillería y se mejoraron las defensas de la fortaleza. Posteriormente, cuando el señorío de La Adrada se elevó a la categoría de Marquesado estando en manos de Beltrán de la Cueva , el castillo se transformó en palacio renacentista.
Más adelante pasaría por manos de la casa de Montijo (s. XVII), por la de Alba (s. XIX) y por muchos otros propietarios. Su declaración como Bien de Interés Cultural en el s. XX no evitó que tuviese un estado de conservación totalmente ruinoso.
Actualmente es de propiedad municipal, y la intervención de varios organismos europeos y españoles ha permitido la restauración de la fortaleza, devolviéndola gran parte de su anterior esplendor.
La visita a la Fortaleza
El castillo cierra los lunes, pero el resto de días de la semana se puede ver de 10:00 a 14:00. De viernes a domingo abren de 10:00 a 15:00 y los sábados también por la tarde de 16:00 a 19:00. El precio de la entrada son 3 € (1 € menos para niños, jubilados y estudiantes) y es gratis los miércoles.
Cruzaremos por el puente levadizo accediendo al primer recinto, que podremos recorrer admirando el paisaje circundante y comprobando las defensas de esta fortaleza.
En el acceso al recinto principal vemos los vestigios de la antepuerta, que en el s. XV acentuaba el carácter defensivo de la fortaleza. En la siguiente foto podemos ver los restos actuales y un dibujo dónde se reconstruye esta estructura de forma bastante fiel.
Nada más entrar ¡¡oímos un gong!! Es el equivalente al «timbre» avisando de las visitas 🙂
Acudió entonces una persona para indicarnos que antes de ver el patio era imprescindible visitar la sala situada nada más entrar a la izquierda, donde se proyecta un vídeo sobre las modificaciones en la estructura del castillo a lo largo de los siglos. Es muy interesante y ameno, y podéis disfrutarlo aquí.
Visto el vídeo, volvemos al patio porticado de doble planta en cuyo centro se encuentra la boca de un aljibe para recoger el agua de lluvia.
Después la visita continua por las dependencias del Alcaide del castillo, decoradas con un zócalo de azulejos de estilo mudéjar y pavimento con baldosas hexagonales de barro y azulejo. En la sala también se incluye mobiliario de época procedente de otros lugares, puesto que no se conserva ningún mueble original.
El patio da acceso a los restos de la antigua iglesia, de tres naves. Durante mucho tiempo una de sus naves hizo las veces de gran sala palaciega, pero ahora podemos contemplar los restos del conjunto eclesiástico incluido el ábside, antes oculto bajo la Torre del Homenaje.
Siguiendo el sentido de la visita, iremos hacia la parte trasera de la iglesia para subir por unas escaleras hacia la zona alta de la muralla. Paseando por el camino de la parte alta de la muralla (adarve) disfrutaremos de unas estupendas vistas y llegaremos hasta la torre del castillo.
Bajando de la torre, llegaremos a la galería superior del patio, desde dónde podremos acceder al Centro de Interpretación.
El Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tiétar
Inaugurado en 2004 y ubicado en la parte alta del patio porticado, el Centro de Interpretación nos muestra la importancia a nivel ecológico e histórico del Valle del Tiétar.
Además de poder descubrir interesantes datos sobre la riquísima diversidad ecológica del valle, las variadas maquetas y reproducciones nos transportan desde el Neolítico hasta la época de los señoríos que dominaron el Valle, pasando los castros celtíberos, como el de El Raso (Candeleda) o la ocupación romana.
Por supuesto, la historia de La Adrada y su castillo, tanto pasada como presente, tienen un lugar significativo en este Centro de Interpretación, que hará las delicias de mayores y pequeños.
Una vez terminada la visita, os recomendamos bordear la muralla del castillo para admirar mejor esta construcción y descubrir pequeños detalles como la discreta poterna de la zona oeste utilizada para entrar y salir del castillo sin llamar la atención.
El Caballero Honroso, la gesta de Suero de Quiñones
Desde hace algunos años y como parte de los espectáculos del Mercado Medieval de La Adrada, la Asociación Cultural L.A. Movies representa en el castillo una obra teatral.
El año pasado se representó Sombras del Pasado, transportándonos a los últimos días de Álvaro de Luna con la colaboración del actor mirandés Ángel Maldonado en uno de los papeles principales.
La obra contaba cómo la Casa de Zúñiga, rivales del valido y alguaciles del reino, conseguía que Álvaro de Luna cayese en desgracia y que el rey Juan II ordenase su apresamiento y ejecución. La representación mezcló a la perfección la comedia con los momentos dramáticos y estuvo a un buen nivel gracias a la implicación y ganas de todos los participantes.
Os dejamos con un «trailer» que hicimos en su día:
Este año se recrea el episodio de caballería más importante de la Edad Media Española. En la representación conoceremos la hazaña de Suero de Quiñones, vasallo de don Álvaro de Luna. Por amor, este caballero leonés justó contra docenas de caballeros en el Passo del Órbigo permaneciendo invicto. Tanto renombre alcanzó esta gesta que las «Justas de Suero Quiñones del Passo» aparecen citadas en el Quijote.
¿Logró Suero de Quiñones con su gesta conquistar a su amada? Para descubrirlo deberéis acudir a la representación de este año en el Castillo de La Adrada 🙂 ¡¡Hasta pronto!!
I could not refrain from commenting. Very well written!
I could not refrain from commenting. Very well written!