País Cátaro II: Parte I – Perpignan
Madrugamos y desayunamos fuera del hotel, ya que un buffet nos parecía excesivo en cantidad y precio (10 €). Cruzando la Place de Catalogne hay una patisserie llamada «Le petit fournil« (19 Place Jean Payra) donde por 3,50 €/persona desayunamos un Cafe au lait con croissant y bote de zumo. Abre a las 7:00 todos los días menos el domingo.
Para los espíritus inquietos, incluimos este pdf con un resumen de la historia de la ciudad.
Tras volver al hotel a coger toda la equipación y con la mochila lista nos encaminamos a la Oficina de Turismo a por un mapa e información (solemos llevar, pero la información local siempre es la mejor). Para ello seguimos Cours Lazare Escarguel hasta llegar al Quai (canal) con parada fotográfica, y seguimos el margen derecho hasta llegar a la Plaza Arago.
Como habíamos salido muy pronto turismo no estaba abierto, así que aprovechamos para ver el Castillet, construido a finales del s. XIV bajo el reinado de Pere IV de Aragón y posteriormente modificado por el rey Luis XI, que añadió la puerta Notre-Dame. En el s. XVII y XVIII fue prisión y hoy día es el símbolo de la ciudad y alberga el Museo de Historia de Cataluña. Desde sus almenas se tiene una gran vista de la ciudad, aunque nosotros no pudimos subir porque estaba cerrado.
En turismo hablaban español y nos proporcionaron un gran plano muy detallado y con mucha información en francés, inglés, alemán, español y catalán.
Aparte, nos dieron otra información interesante y un plano más manejable como guía rápida. Aquí os dejamos los pdf que esperamos os sean de mucha utilidad:
Plan du centre-ville de Perpignan.pdf
Laissez-vous conter Perpignan.pdf
Decouverte du Patrimoine de Perpignan.pdf
Casi todos los puntos de interés abren de 10:00 a 18:00 y aparte en cada edificio o punto emblemático hay una placa con información en francés, catalán y español. De hecho, había algunos edificios que no venían en el plano, pero como veíamos la placa, parábamos a conocer su historia.
Tras ver la Plaza Aragó y la animada zona del Quai, tomamos la rue Alsacie Lorraine, para ver la plaza de la lonja, que es el centro vital de Perpignan desde la edad media, albergando el Hotel de Ville (ayuntamiento), la Lonja del Mar y el Palacio de la Diputación.
Del Ayuntamiento, que ya existía en el s. XII, destacan sus modillones esculpidos con seres y de animales fantásticos y los brazos de bronce con escudos encima que sobresalen de la fachada (simbolizando las tres categorías de ciudadanos que tenían derecho a voto).
La Lonja está en la esquina de la plaza y es un hermoso edificio gótico de finales del s. XIV destacando en su parte superior un barco de hierro forjado del s. XVI que sirve de veleta.
Buscamos la Casa Xanxo, pero no dimos con ella por más que lo intentamos, aunque curiosamente la encontraríamos casualmente por la tarde mientras buscábamos donde cenar. Lo que si encontramos fue un Carrefour Express donde aprovechamos para comprar algo fresco para beber porque hacía un día de calor, calor.
Nuestro siguiente destino fue la Basilique-Cathedrale de Saint-Jean-Baptiste, donde nos ofrecieron una visita guiada en francés, la cual tuvimos que rechazar porque nuestro nivel es demasiado básico.
Saliendo por una puerta lateral a la rue Amiral Ribeil, encuentras la entrada del Conjunto Funerario de Sant Joan – Camposanto, que acababa de abrir y ofrece buenas vistas del lateral de la catedral (y también albergaba una exposición). Técnicamente no es un camposanto aunque se llama así, sino un claustro que como muchos otros, tiene nichos y en su centro albergaba una fosa común.De aquí dirigimos nuestros pasos al barrio de St Jacques, para ver la iglesia del mismo nombre del s. XIII. Desgraciadamente la iglesia estaba en obras tanto en el interior como en el exterior y no pudimos visitarla apropiadamente. El corazón de este barrio, habitado mayoritariamente por magrebíes y gitanos, es la Plaza del Puig donde existe un cuartel construido por el Marques de Vauban y que ahora es un bloque de viviendas de protección (de escaso interés).
Desde aquí nos fuimos a la visita principal, el Palacio de los Reyes de Mallorca, situado en el corazón de una descomunal ciudadela (como podemos ver en esta foto aérea de Google):Este edificio marca la época dorada de Perpiñán, cuando esta ciudad fue capital del Reino de Mallorca. Fue edificado por Jaime II de Mallorca en el s. XIII y tras la anexión del Reino por la Corona de Aragón, fue usado como residencia secundaria de los soberanos aragoneses.
En el s. XV en el marco de las guerras francoespañolas se transformó en ciudadela bajo los reinados de Carlos V y Felipe II.
Se abrió para los visitantes tras la Segunda Guerra Mundial. Para información de horarios actualizada, podéis visitar la siguiente web: Palacio de los Reyes de Mallorca.
El precio en julio de 2014 es 4 € (3 € con Pass Patrimoine 66, un pasaporte gratuito que da derecho a reducción de precio en 57 lugares de las «Tierras Catalanas»; más información en la web: Culture 66. Nosotros teníamos uno en la habitación del hotel)
Atravesamos las gruesas murallas de la ciudadela por un pasaje en zig-zag hasta llegar a un patio interior que da acceso al palacio.Una vez entréis en el palacio propiamente dicho, a la izquierda, al lado de la tienda, hay un expositor con tarjetones informativos plastificados en diferentes idiomas.
Al salir bajamos por la Rue Grande La Real hasta la Iglesia La Real, de principios del s. XIV, que era la iglesia de los Reyes de Mallorca.
Seguimos bajando y como se acercaba la hora de comer (según el horario europeo), un poco antes de la Place des Poilus compramos unos kebab para llevar en Kebab Ankara (2 kebab 2 latas de bebida 12 €)Por la animada rue de la Poissonnerie volvimos a la Place Arago para comer tranquilamente sentados en un banco mirando el Quai y el Castillet.
Teníamos más cosas que ver, pero también queríamos ver la Fortaleza de Salses, que tenía hora, por lo que cogimos el coche y decidimos dejar el resto de cosas para la tarde-noche.
De camino al coche cruzamos nuevamente la Place Catalogne y vimos uno de los carteles informativos de los que hemos hablado antes, en el que nos indicaban que anteriormente este era el límite de la ciudad y donde estaban las murallas, que se demolieron a fin de unir la ciudad con el barrio de la estación, que estaba extramuros.
Una vez volvimos a Perpignan dimos un paseo por la Rue Fabriques d’en Nabot, que sale de la Plaza del Castillet y es una callejuela típica del barrio de los comerciantes de telas que contribuyeron al desarrollo de la ciudad en la Edad Media. También paseamos por lo que en su época fue el Barrio Judío y vimos la Eglise des Dominicains y La Poudriere, aunque todo ello por fuera dado que ya estaba cerrado.
Como ya era tarde, buscamos un sitio para cenar y casualmente encontramos la Casa Xanxo, que no habíamos logrado encontrar por la mañana. Esta casa es una de las pocas casas góticas de Perpignan y de ella destaca su cenefa labrada, que podemos apreciar en la foto siguiente:
Eran ya casi las 20:00 y todos los sitios estaban cerrando. En una calle que salía de la Plaza Arago encontramos una franquicia de bocadillos llamada «La Mie Caline» donde por 13 € nos llevamos dos bocadillos de buen tamaño y dos refrescos de medio litro que nos tomamos en el mismo sitio donde habíamos comido.
Tras la cena, encaminamos nuestros pasos por el Boulevard Wilson, donde vimos el Palacio de Congresos y pasamos un rato agradable hasta que agotados volvimos al hotel a descansar. Este Boulevard tiene muchas casas modernistas y a lo largo de la misma podéis encontrar muchos carteles informativos.
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