Bergen de noche, atrapados en el Bergenhus

La lluvia nos despidió cuando salimos de Bergen para hacer la excursión Norway in a nutshell®, y cuando volvimos… ¡¡seguía lloviendo!! 🙂 . Por suerte no era un aguacero fuerte.

De todas maneras, viajar a Bergen y que no llueva es como viajar a Londres y que no haya niebla… parece como que falta algo 🙂

Solucionando las incidencias que habían surgido durante la excursión nos dieron las 20:30 y decidimos intentar localizar un sitio para cenar.

Nos decantamos por  Hav Fisk & Skalldyr AS (Vetrlidsalmenning 2 | Kjøttbasaren, Bergen 5014. Puesto nº 3 en Bergen según Tripadvisor). Se accede por la cuesta que sube hacia el Fløibanen, en la parte alta del edificio, pero estaba cerrado.

Aquí tenéis el edificio. El restaurante está en el lateral derecho.

Como segunda opción teníamos un Fish&Chips que habíamos visto en la esquina antes de subir, así que volvimos y ¡¡también cerrado!!

Ya eran las 21:00, una hora muy intempestiva para cenar en Noruega, así que con gran dolor de nuestros corazones fuimos a la hamburguesería… 🙁 

En Noruega no merece la pena visitar las cadenas de comida rápida, porque son carísimas: 150NOK (unos 18,63€) por dos menús pequeños normales y corrientes. Curiosamente, todos los que estábamos cenando a esas horas eramos españoles. Destacaremos también el exterior del local, que es muy bonito, madera en color blanco sin grandes cartelones publicitarios luminosos…

Como todavía no había anochecido, volvimos al hotel a dejar los bártulos y hacer la visita nocturna más ligeros.

Comenzamos por el Teatro Nacional, bajamos hasta la Ole Bull plass y de ahi a Fisketorget bajando por Torgallmenningen (dicen que si dices esta frase delante de un espejo tres veces se te aparece un salmón 🙂 ).

Torgallmenningen de noche y con el suelo mojado tiene mucho encantoLa oficina de turismo hasta se ve bonita por la noche, ¡¡quien nos lo iba a decir!!.

Como no podía ser de otra manera, aprovechamos para hacer fotografías desde allí de las casas Hanseáticas. Como no íbamos a facturar, José no llevó el trípode, ya que en los aeropuertos te la juegas pues es un objeto contundente y a veces te obligan a facturarlo. Nosotros teníamos un trípode extensible muy pequeño con el que nunca tuvimos problemas… bueno sí, que una vez se lo llevó el viento y nos cargamos el filtro del objetivo, pero eso es otra historia 🙂 .

Para sacar las fotos nos las tuvimos que ingeniar para colocar la cámara en sitios estratégicos.. ¡¡un show!!… pero logramos imágenes tan bonitas como estas…

Se quedó una buena noche y como teníamos que bajar la bomba calórica de la hamburguesa y patatas, decidimos ir hasta el Bergenhus y asi ver de cerca las casitas… ¡¡lo nuestro ya es vicio!! 🙂

Imagen del Bergen Havn (Puerto) desde la Oficina de Turismo

Otra imagen del puerto, esta vez desde Shetlands-larsens Brygge

Llegamos la puerta principal del Bergenhus a eso de las 23:15 y estaba abierta sin ningún cartel que indicase la hora de cierre, así que para dentro. Fuimos hasta el Haakonhallen y regresamos.. y la puerta estaba cerrada… 😮

José se fue corriendo a revisar el resto de accesos, pero estaba todo chapado… Habíamos entrado hace 10 minutos y se veía que la puerta se cerraba desde dentro ¡¡tenía que haber alguien!! Nos pusimos a gritar «helloooo, helloooo», pero allí no aparecía nadie…

Descolgarse por los muros era misión imposible sin partirse algo, la única opción segura era saltar la verja de la puerta…¡¡me estaba atacando del riñón porque el día que repartieron la pericia de trepar yo no estaba!!

En esto que en un edificio cercano vemos luz…nos acercamos y llamamos al timbre , se oyen pasos, ¡¡SALVADOS!! 🙂   

Abrió la puerta un joven militar que puso cara de ¡¡pero de donde salís!! Nos dijo que las puertas se cierran a las 23:00, pero esa noche había cerrado la delantera un poco más tarde. Tiene que tener cuidado con los turistas, que si vemos una una puerta abierta entramos 🙂 (en Nueva York aparecimos en las zonas privadas de un rascacielos y a un pobre vigilante casi le dió un síncope al vernos). José le explicó en inglés que no había ningún cartel y que claro, pensábamos que no cerraba de noche…yo repetía cual loro «sorry sorry»… que a esas horas en Noruega es como aquí las 3 o las 4 de la madrugada… ¡¡que alivio cuando salimos!!

¡¡Esto nunca nos había pasado!! Normalmente nos echan de los sitios porque se hace tarde, no nos encierran en ellos. Decidimos volver a las casitas de nuevo para continuar la ruta nocturna fotográfica…

No somos los únicos obsesionados con las casitas, las ponen hasta en las alcantarillas

Revolvimos por Torgallmenningen de nuevo hasta llegar a Ole Bull Plass y de allí nos dirigimos al Museo Noruego Occidental de Artes Decorativas (con una escultura muy curiosa en el jardín de acceso y que suelen cambiar cada cierto tiempo) y al lago Lille Lungegårdsvann, que es octogonal, pero sólo se ve bien desde el mirador del monte Fløyen, ya que a ras de suelo no tienes ángulo para apreciarlo.

Ya estaba haciendo frío y era hora de volver al hotel. Aun así, de camino todavía tuvimos fuerzas para detenernos a fotografiar una de las iglesias mas bonitas de Bergen, la Johanneskirke, que veremos más detenidamente mañana. ¡¡Buenas noches!