Alden Biesen, el Castillo de la Orden Teutónica en Flandes
Descubre la antigua gran comandancia de la Orden Teutónica… ¡en Flandes! 😯. Alden Biesen es mucho más que un castillo rodeado de jardines y canales. Con su imponente arquitectura, su foso y más de ocho siglos de historia, este complejo monumental sigue fascinando a quienes lo visitan. No solo fue un símbolo de poder, sino el epicentro de estrategias, decisiones y secretos de la Orden Teutónica en estas tierras. Hoy, Alden Biesen conserva su majestuosidad y sigue sorprendiendo con su mezcla de historia, cultura y paisajes espectaculares. Acompáñanos a explorar los misterios que guardan sus muros.
Ubicado en Bilzen, al este de Flandes, en la provincia de Limburgo, este enclave fue durante siglos una de las comandancias más influyentes de la Orden Teutónica en Europa Occidental. Desde aquí, los caballeros administraban un vasto territorio, controlaban rutas comerciales clave y gestionaban recursos estratégicos. Su estructura ha evolucionado con el tiempo, desde un castillo medieval hasta un complejo palaciego-administrativo, una huella indeleble del poder e influencia de la Orden en la región.

Entrada principal de Alden Biesen en el camino a Maastricht. Incluye la casa del portero y la llamada Casa de los Apóstoles, diseñada en el s. XVIII como alojamiento para doce personas necesitadas de la región.
Contenidos del post
- 1 Pinceladas de la historia de Alden Biesen
- 2 La Visita a Alden Biesen
- 3 Información práctica para visitar la Comandancia de Alden Biesen
- 4 Otros artículos sobre Flandes
- 5 Organiza tu viaje a Flandes
Pinceladas de la historia de Alden Biesen
Los orígenes de Alden Biesen se remontan al s. XII, cuando estas tierras formaban parte del Condado de Loon, entonces integrado en el Sacro Imperio Romano Germánico. En 1220, el conde Arnold III de Loon donó una capilla y las tierras circundantes de forma indivisa a la Orden Teutónica y al Monasterio de Munsterbilzen, dirigido por su hermana Matilde como abadesa. Con el tiempo, la Orden consolidó su control sobre el enclave, que creció tanto en tamaño como en influencia hasta convertirse en una de sus grandes comandancias. En su apogeo, Alden Biesen llegó a administrar 12 subcomandancias y gestionar vastos territorios que abarcaban desde Bélgica hasta los Países Bajos y el oeste de Alemania.
Entre ellas se encontraba Nieuwen Biesen («Nuevo Biesen»), en la cercana ciudad de Maastricht, fundada en el s. XIV. Aunque oficialmente era una subcomandancia, en la práctica se convirtió en la residencia del Gran Comendador, mientras que Alden Biesen quedaba como centro administrativo y de representación de la Orden en la región.

Grabado dónde aparece la Gran Encomienda de Alden Biesen y sus 12 subcomandancias
Apogeo de la gran comandancia
En el s. XVI la Orden regresó a Alden Biesen, y durante las décadas siguientes, la comandancia alcanzó su máximo esplendor. En 1543, bajo el mando del Gran Comendador Winand von Breill las estructuras medievales dieron paso a un castillo con foso en estilo renacentista. Así, lo que había sido una fortaleza con funciones defensivas y monásticas evolucionó hacia un gran complejo palaciego-administrativo, adaptado a las nuevas necesidades de la Orden.
Los sucesivos Grandes Comendadores siguieron transformando la arquitectura de Alden Biesen. Se añadieron elegantes patios interiores, se construyeron residencias señoriales y se incorporaron elementos renacentistas y barrocos reflejando la creciente influencia de la comandancia. Esta evolución convirtió a Alden Biesen no solo en un símbolo de poder, sino en un centro de gestión y diplomacia, donde se establecían alianzas y se decidía el destino de los territorios bajo control teutónico.

Techo de la antigua biblioteca de Alden Biesen
Decadencia y un sorteo amañado
El esplendor de Alden Biesen no duraría para siempre. En el s. XVIII, con la expansión del dominio francés en la región, la Orden Teutónica perdió el control del enclave. Tras la expropiación de los bienes de la Orden, Alden Biesen fue subastada públicamente en Maastricht. El alcalde de Hasselt, Guillaume Claes, se hizo con el castillo, pero pronto se encontró con un problema: no podía pagar los 240.000 florines de impuestos que conllevaba la propiedad.
Para solucionar su dilema, ideó una estrategia un tanto cuestionable. Organizó un sorteo, vendiendo 80.000 papeletas a 3 florines cada una. Con el dinero recaudado, cubrió sus deudas, pero lo que no contó a los participantes es que el sorteo estaba amañado… para que él mismo resultara ganador y siguiera conservando el castillo. 😱 Aun así, su artimaña no cambió el destino del enclave y con el tiempo acabó sumido en el abandono.
Del abandono a la restauración
Tras años de abandono y deterioro, el destino de Alden Biesen parecía sellado. A mediados del s. XX, el castillo estaba casi en ruinas. La falta de mantenimiento, el paso del tiempo y los estragos de dos Guerras Mundiales habían dejado su huella en la estructura. Sin embargo, lo peor aún estaba por llegar.
En 1971, Alden Biesen seguía en manos de los descendientes de Guillaume Claes. Su propietario en ese momento, Armand Roelants duVivier iba a recibir a una delegación de Bruselas interesada en adquirir la propiedad. Para darles una cálida bienvenida, ordenó encender todas las chimeneas del edificio principal, que llevaban mucho tiempo sin utilizarse. La recepción fue sin duda cálida… porque un incendio devastador arrasó gran parte del complejo, destruyendo valiosas estructuras y dejando en pie solo algunos muros 😭.
Aun así, el estado belga mantuvo su decisión de adquirir las quemadas estructuras, mientras que la provincia de Limburgo se hizo cargo de los jardines. Se inició entonces una profunda renovación que, sorprendentemente, contó con una ayuda inesperada: unas fotografías tomadas más de 50 años antes. Durante la Primera Guerra Mundial, las tropas alemanas ocuparon Alden Biesen y, como parte de un proyecto para documentar el patrimonio arquitectónico belga, la fotógrafa Paula Deetjen capturó en 1918 imágenes detalladas del castillo. Sus fotografías, tomadas décadas antes del incendio de 1971, resultaron cruciales para los arquitectos encargados de la restauración. Gracias a ellas, fue posible reconstruir Alden Biesen con gran fidelidad al aspecto que tenía en el s. XVIII.

Techo de las dependencias del Gran Comandante, que se salvó del incendio
Hoy, este enclave ha recuperado su esplendor y se ha convertido en un centro cultural internacional, propiedad de la Comunidad Flamenca, testigo de siglos de historia que por poco se pierden para siempre. ¡Vamos a conocerlo!
La Visita a Alden Biesen
Lo ideal es dedicar al menos un día a explorar el enorme complejo de Alden Biesen. Aunque con los años ha perdido parte de su extensión, todavía abarca 80 hectáreas, lo que lo convierte en el complejo-fortaleza más grande entre el Loira y el Rin.
Antes de empezar el recorrido, merece la pena pasar por el Centro de Información Turística, ubicado dentro del castillo. Allí puedes obtener mapas, folletos y recomendaciones sobre rutas de senderismo y ciclismo en la zona. También ofrecen un servicio de alquiler de bicicletas para recorrer los alrededores de una forma cómoda y dinámica. En temporada baja abre todos los días de 10 a 16 y en temporada alta de 9:30 a 17:30.
El Acceso principal
El acceso principal a Alden Biesen se encuentra en el lado este, en el camino hacia Maastricht. La imponente puerta que puedes ver hoy en día data del s. XVII y servía como entrada principal a la Gran Comandancia. Sin embargo, lo más habitual es que los visitantes accedan al complejo por la entrada oeste, situada a unos 700 metros de esta puerta y con un diseño mucho más modesto.
La Casa de Huéspedes
Anexa a la entrada oeste se encuentra la antigua Casa de Huéspedes. La Orden Teutónica la construyó en el s. XVII como escuela para los jóvenes de la región. Posteriormente, en el s. XVIII, se convirtió en una posada para artesanos, comerciantes y visitantes de la Gran Comandancia. Hoy en día, este edificio histórico alberga un restaurante, un lugar ideal para hacer una pausa tras recorrer Alden Biesen.
Las zonas verdes de Alden Biesen
La finca de Alden Biesen cuenta con extensas zonas verdes que invitan a recorrerlas con calma, ya sea a pie o en bicicleta. Sus jardines, diseñados en distintos estilos, reflejan la evolución del complejo a lo largo de los siglos y añaden un encanto especial a la visita.
El Jardín inglés
Diseñado en el s. XVIII, este espacio ofrece un diseño orgánico y libre, con serpenteantes senderos que invitan a la exploración. Entre sus elementos más característicos se encuentran un río artificial, pequeñas estructuras decorativas conocidas como follies y zonas abiertas como la impresionante bowling green, presidida por un templo romano dedicado a Minerva. Además, cuenta con una gruta, un mirador (Belvedère) y una pradera ajardinada que convierten este rincón en el lugar perfecto para un paseo relajante.
El Jardín francés
En contraste con la libertad del Jardín Inglés, el Jardín Francés de Alden Biesen destaca por su simetría y su orden geométrico. Inspirado en el estilo de Versalles, su diseño se basa en líneas rectas, setos recortados con precisión y una distribución perfectamente estructurada. Este espacio incluye dos jardines principales: el jardín de la Orangerie, donde en primavera y verano se pueden ver cítricos mediterráneos cuidadosamente alineados, y el jardín del Gran Comendador, un claro ejemplo de la elegancia clásica de los jardines de la nobleza. Entre sus características más singulares destaca la Alden Biesenroos, una variedad de rosa única que solo puede encontrarse aquí.
Los frutales
El entorno de Alden Biesen alberga uno de los frutales tradicionales más extensos de Flandes, donde se conservan variedades de gran tamaño, tal como se cultivaban antiguamente en la región. En sus más de 40 hectáreas, crecen más de 500 tipos de árboles frutales, algunos exclusivos de esta finca. Además, el cultivo se gestiona de forma biológica, respetando los ciclos naturales y favoreciendo la biodiversidad.
Durante la primavera, la floración cubre el paisaje con un manto de flores blancas y rosadas, creando un espectáculo único. En septiembre, llega la cosecha, con parte de la producción recogida con el apoyo de la Fundación Nacional de Huertos y la Agencia de Naturaleza y Bosques. Si visitas Alden Biesen en primavera, la floración es un espectáculo que no te puedes perder.
El recinto exterior de Alden Biesen
Antes de adentrarse en el corazón de Alden Biesen, el recinto exterior ofrece un primer acercamiento a la monumentalidad del complejo. Esta zona, delimitada por antiguas murallas, servía como espacio de transición entre el exterior y las dependencias internas de la Gran Comandancia.
Buitenhof
El Patio Exterior, o Buitenhof, es una amplia explanada que da la bienvenida a los visitantes al complejo. En este espacio se encuentra el Centro de Información Turística y está dominado por la silueta de la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora. Anexas a la iglesia, se encuentran unas arcadas del s. XVII, compuestas por siete arcos de medio punto sostenidos por columnas toscanas. Estas estructuras servían históricamente como sacristía y alojamiento para los monjes itinerantes que visitaban la comandancia. Además, en el Buitenhof se encuentra el granero del aparcero, un edificio histórico que, durante el verano, alberga una terraza para tomar algo mientras disfrutas de los días de estío.
Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora
Construida en el s. XVII por la Orden Teutónica, la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora es uno de los espacios más solemnes de Alden Biesen. Su arquitectura barroca, sobria pero imponente, alberga las lápidas de varios Grandes Comendadores y un conjunto de obras del pintor flamenco Gaspar de Crayer, seguidor de Rubens.
El altar mayor destaca por su elegante estructura de madera pintada en blanco y negro y coronada con la cruz de la Orden Teutónica. En la parte central, una representación de la Adoración de los Pastores, pintada en el s. XVII por el pintor barroco flamenco Gerard Douffet. En los laterales, se conservan esculturas medievales y barrocas, como una Madonna con el Niño del s. XIII y una estatua de San Blas del s. XVIII.
Otros elementos destacables de la iglesia son su órgano histórico, elaborado en el s. XVIII y la lápida del obispo del s. XIII Edmund von Werth. En ella aparece representado con su mitra y báculo episcopal, rodeado de inscripciones en latín.
El recinto interior
Una sencilla puerta en uno de los edificios del lado sur del patio da acceso al recinto interior, el corazón administrativo de Alden Biesen. Este elegante espacio incluye varias edificaciones clave en la gestión del complejo.
Voorhof
El Voorhof es la antesala de la fortaleza con foso de Alden Biesen. Al atravesar la puerta de entrada, este amplio patio rectangular ofrece una vista directa del castillo, enmarcado por construcciones históricas a ambos lados. A la derecha, se encuentra la Tiendschuur, el antiguo granero del diezmo donde se almacenaban los tributos agrícolas de la comandancia. A la izquierda, se alza la Rijschool, un edificio que en su origen servía como escuela de equitación para los caballeros teutónicos.
En el extremo izquierdo nada más entrar, una hermosa verja da acceso a los terrenos de frutales de Alden Biesen.
El Castillo con Foso, el centro de poder de Alden Biesen
El Castillo con Foso de Alden Biesen, conocido como Waterburcht, es el núcleo histórico del complejo y refleja la evolución arquitectónica y funcional de la Orden Teutónica en la región.
El castillo presenta una planta cuadrangular, típica de las fortalezas renacentistas del Mosa. En el centro, se encuentra un patio interior que actúa como distribuidor hacia las distintas estancias del castillo. Sin duda te llamarán la atención las cuatro enormes estructuras con forma de sombrilla 🤔. En realidad cumplen una doble función. Además de proteger del sol, canalizan el agua de lluvia hacia un acuífero subterráneo.
El incendio de 1971 causó daños significativos en el castillo, afectando tanto su estructura como su decoración interior. Sin embargo, durante las labores de restauración, se logró conservar y restaurar algunas estancias originales. Así, el Kabinett del Landkomtur, situado en el ala este, todavía nos muestra su opulencia barroca original. Sus paredes están revestidas con paneles de madera tallada y decoraciones doradas, reflejando el estatus y la influencia de los comandantes de la orden. En la planta baja de la torre noroeste se encuentra la Biblioteca Histórica, que alberga una colección de manuscritos y volúmenes antiguos que sobrevivieron al incendio. La bóveda de la sala y las estanterías de madera fueron meticulosamente restauradas para preservar su autenticidad.
Otros edificios históricos
Como imaginarás, dada la importancia histórica de Alden Biesen, cerca del complejo actual hay otros edificios que en su día formaban parte del mismo aunque hoy día son independientes. El ejemplo más destacado es la antigua residencia del administrador del castillo, o Rentmeesterj. En su lugar se ha levantado un moderno hotel, el Martin’s Rentmeesterij, pero entre sus instalaciones todavía conserva una edificación del s. XIII que actualmente usan para eventos privados.
Información práctica para visitar la Comandancia de Alden Biesen
Ubicación
Alden Biesen se encuentra en la localidad de Bilzen, en la provincia de Limburgo, Bélgica. Hoy día, el acceso al complejo más utilizado es el de Kasteelstraat. El castillo está rodeado de un extenso parque y se ubica a medio camino entre Hasselt y Maastricht, lo que lo convierte en una visita ideal dentro de la región.
Cómo llegar
Alden Biesen es fácilmente accesible en coche, con estacionamiento disponible en las inmediaciones del castillo. Si prefieres el transporte público, la estación de tren más cercana es Bilzen, a unos 3,5 km, donde puedes alquilar una bicicleta Blue-bike disponible las 24 horas. También puedes optar por el autobús 103, que aunque da un pequeño rodeo, te deja cerca del castillo y es una buena opción si prefieres alquilar tu bicicleta en el Centro de Información Turística. Esta línea también conecta con la estación de Tongeren, situada a 9 km de Alden Biesen.
Horarios de apertura
En verano (1 de abril – 30 de septiembre), Alden Biesen abre de 07:30 a 21:30 en días laborables y de 08:00 a 21:30 los fines de semana y festivos. En invierno (1 de octubre – 31 de marzo), el horario es de 07:30 a 20:00 en días laborables y de 10:00 a 16:00 los fines de semana y festivos. El parque abre y cierra al amanecer y al atardecer.
Entradas y visitas guiadas
El acceso a los jardines, la iglesia y algunas áreas del castillo es gratuito, pero si realmente quieres entender la historia de Alden Biesen, merece la pena hacer una visita guiada. Durante 1,5 horas, recorrerás el interior del castillo mientras descubres su pasado, sus transformaciones y las curiosidades que lo rodean. Es recomendable reservar con antelación, sobre todo en temporada alta.
Nosotros tuvimos la suerte de hacer la visita con Guido Daniels, un guía excepcional que no solo conoce cada rincón de Alden Biesen, sino que nos explicó innumerables anécdotas y secretos. Si quieres hacer la visita con él, puedes solicitar su contacto en el Centro de Información Turística.
Dónde comer durante tu visita a Alden Biesen
Si buscas un alto nivel gastronómico en un entorno histórico, el Restaurante Akko es la opción ideal. Situado en los jardines de la Gran Comandancia de Alden Biesen, este restaurante de autor, dirigido por el chef Sébastien Oger, ofrece un menú cerrado de entre 3 y 7 platos, donde la creatividad y los productos de temporada son protagonistas. Para disfrutarlo sin sorpresas, reserva con antelación y avisa de cualquier restricción alimentaria.
Si prefieres algo más informal, el Eetcafé ‘t Gasthuis es una excelente alternativa. Ubicado en la antigua Casa de Huéspedes anexa a una de las entradas de la fortaleza, combina historia y gastronomía en un ambiente acogedor. Su menú incluye platos tradicionales, desde croquetas artesanales y sopas hasta parrilladas y postres caseros. Si hace buen tiempo, su terraza al aire libre es el lugar perfecto para disfrutar de la comida.
Consejos para la visita
Si tienes pensado recorrer los jardines o hacer alguna ruta en bicicleta, lo mejor es llevar ropa y calzado cómodos. El clima en Flandes puede ser impredecible, así que un chubasquero nunca está de más 😜. Si quieres conocer la zona con más calma, alojarte una noche extra es una excelente opción para descubrir otros rincones de Limburgo y sus alrededores.
Ahora ya tienes toda la información para descubrir Alden Biesen, la Gran Comandancia de la Orden Teutónica en Flandes. Tanto si decides recorrerla por tu cuenta como si optas por una visita guiada, este enclave histórico no te dejará indiferente. No te lo pierdas y sumérgete en la historia de Alden Biesen. ¡Nos vemos en la próxima aventura! Hasta pronto.
Este artículo es parte de una colaboración con Visit Flandes que nos llevó a conocer la naturaleza de la región. Agradezco a las oficinas de turismo locales el recibimiento y atención que nos permitieron descubrir esta parte tan hermosa y desconocida de Flandes.
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