Que ver en Cambrils: ¿sol y playa?… historia y jardines

Cuando pensamos en Cambrils, lo primero que nos viene a la mente son sus playas, su encantador puerto y la envolvente brisa mediterránea. Pero este rincón de la Costa Dorada esconde sorprendentes joyas históricas y culturales que no te puedes perder. Desde los vestigios de una villa romana que nos transporta a la época imperial hasta el mágico Parc Samà, un hermoso jardín histórico decimonónico. Cambrils es una mezcla perfecta de sol, playa, historia y naturaleza. ¿Quieres saber todo lo que puedes descubrir? Sigue leyendo para saber qué ver en Cambrils. 🌞🏛️🌳

Como destino marítimo, Cambrils también es un paraíso para los amantes de la buena mesa. Su tradición marinera ha convertido su gastronomía en un referente de la Costa Dorada. Un paraíso para los amantes del pescado y el marisco fresco… aunque no tanto para el pobre José, que cada vez que me acompaña a estos destinos sufre con su alergia a mariscos, moluscos y anisakis 😂.

Pero Cambrils es mucho más que playa y gastronomía. El agua marca su historia pero no sólo por el Mediterráneo, sino también por sus antiguos molinos hidráulicos, testigos de su pasado agrícola. Y si alzas la vista, verás torres vigías y restos de murallas que recuerdan su lucha contra los piratas que una vez asediaron sus costas. ¿A qué te están entrando ganas de ir? Pues acompáñanos y descubre todo lo que puedes hacer y ver en Cambrils.

Pinceladas de la historia de Cambrils

Primeros asentamientos

La historia de Cambrils siempre ha estado ligada al mar. Hace más de siete mil años, los primeros pobladores llegaron por navegación de cabotaje y establecieron un asentamiento fortificado. Así se inició la historia de esta tierra bañada por el Mediterráneo, y su legado se prolongó hasta la época íbera.

En tiempos íberos existía un pequeño núcleo de población, que formaba parte del territorio de los cossetanos. Sin embargo, tras la conquista romana no se levantó ninguna ciudad en la región, pero sí florecieron asentamientos rurales. Un ejemplo destacado es la Villa Romana de La Llosa, un enclave junto a la antigua Vía Augusta que estuvo habitado entre los siglos I y VI d.C. y cuyos restos nos permiten imaginar cómo era la vida en la Hispania romana.

La fundación de Cambrils

Aunque su historia está estrechamente ligada al mar, Cambrils se fundó tierra adentro, a dos kilómetros de la costa. ¿Fue por su proximidad al Camino Real, facilitando el comercio y los desplazamientos? ¿O por la necesidad de fortificarla ante la cercanía de la frontera musulmana? No tenemos la respuesta, pero lo que sí sabemos es que el primer documento que menciona Cambrils data de 1152, cuando Ramon Berenguer IV, Conde de Barcelona y «princeps» de Aragón, cedió estos terrenos para la construcción de un castillo.

Menos de 50 años después, Pedro II de Aragón recurrió a su guarnición para defender la cercana población de Alfama, prueba de la importancia estratégica de la ciudad. En 1229, Cambrils fue uno de los puntos de partida de la expedición de Jaime I el Conquistador hacia Mallorca, y su relevancia quedó reflejada en el siglo XIV, cuando se amuralló lo que hoy día es el Barri Antic de Cambrils.

Pero la amenaza no solo venía de tierra. Los ataques de piratas berberiscos obligaron a reforzar la costa con torres vigía, como la Torre de la Ermita de la Virgen del Camino, que protegía el Camino Real, o la Torre del Puerto, levantada en el siglo XVII y aún en pie. Cambrils también sufrió la crudeza de la Guerra de los Segadores, cuando las tropas realistas sitiaron la ciudad y castigaron con dureza a sus habitantes.

En siglos posteriores, tampoco se libró de conflictos, sufriendo la ocupación napoleónica en 1811 y de las tropas carlistas pocas décadas después. Sin embargo, el s. XIX también trajo avances, como la llegada del ferrocarril.

Edad moderna

El inicio del siglo XX parecía traer prosperidad a Cambrils, pero la realidad fue muy distinta. Primero, un grave accidente ferroviario sacudió la tranquilidad del municipio cuando un tren descarriló en el puente de la riera de Riudecanyes. Poco después, en 1911, un devastador temporal asoló la costa catalana. Conocido como el «Temporal de la Candelera», este desastre causó la muerte de quince marineros y destruyó gran parte de la flota pesquera de la ciudad.

Durante la Guerra Civil Española, Cambrils sufrió bombardeos aéreos y fue testigo del paso constante de tropas. Como en muchas otras ciudades, se construyeron refugios antiaéreos, como el de la calle Creus, que hoy se puede visitar para comprender mejor este oscuro período de la historia.

Finalmente, la mayor transformación de Cambrils se produjo en la segunda mitad del siglo XX, con la llegada del turismo. De ser un pueblo pesquero y agrícola, pasó a convertirse en uno de los destinos más visitados de la Costa Dorada. La construcción de infraestructuras, la modernización del puerto y la consolidación de su oferta gastronómica hicieron que Cambrils fuera más allá del «sol y playa», convirtiéndose en un referente del turismo familiar, cultural y gastronómico.

Que ver en Cambrils en un fin de semana…¡sin pisar la playa! 😜

Imagina un destino donde el Mediterráneo es solo el telón de fondo de una historia que se remonta siglos atrás. Cambrils es más que sol y playa: es torres vigía, murallas medievales y rincones que huelen a salitre y tradición marinera.

Si te preguntas qué ver en Cambrils más allá de la arena y el mar, esta ruta te llevará por su legado histórico, sus espacios naturales y su puerto, que aún conserva el alma marinera de antaño. Además, para que no te pierdas nada en el camino, te dejamos este mapa de Cambrils.

Día 1 – Historia y esencia mediterránea

Nuestro punto de partida es la Oficina de Turismo de Cambrils, situada junto al puerto. Allí puedes recoger información actualizada, consultar horarios y, si te apetece, reservar una visita guiada, ya sea por la ciudad o a alguno de sus monumentos.

También puedes descubrir los secretos que esconde el puerto de Cambrils en una visita guiada teatralizada con Pere Bassedas, el antiguo torrero de la playa de Cambrils allá por el s. XVII

Después de orientarnos, deja atrás la brisa del mar y dirígete al interior para descubrir el alma más histórica de Cambrils. Aunque la ciudad nació alejada de la costa, el camino hasta su casco antiguo está lleno de lugares interesantes.

Museo de Historia de Cambrils – Molí de les Tres Eres

Antes de adentrarnos en las callejuelas medievales, haz una parada en el Molí de les Tres Eres, un antiguo molino harinero construido en el s. XVI en el Camino Real, que aún conserva su mecanismo original.

En su interior, el Museo de Historia de Cambrils te ofrece una mirada al pasado de la ciudad, desde la prehistoria hasta la época medieval. También alberga algunos de los hallazgos más interesantes de la Villa Romana de La Llosa, que visitarás más adelante.

⏳ Horario de visita: De octubre a mayo abre los sábados de 11:00 a 14:00 h y de 17:00 a 20:00 h. Domingos y festivos de 11:00 a 14:00 h. Entre junio y septiembre, el horario de apertura es los martes a sábado de 11:00 a 14:00 h y de 18:00 a 21:00 h. Domingos y festivos de 11:00 a 14:00 h.

La Torre y el Santuario de la Virgen del Camino

Sigue tu recorrido para encontrar uno de los monumentos más representativos de Cambrils: la Torre de la Ermita de la Virgen del Camino. Esta torre defensiva del s. XIV vigilaba tanto la costa como el Camino Real, protegiendo a los viajeros y a la ciudad de posibles ataques. Aunque actualmente permanece cerrada por motivos estructurales, sigue siendo impresionante admirarla desde el exterior.

Junto a ella, el Santuario de la Virgen del Camino, que data del s. XIII, sigue siendo un lugar de devoción para los cambrilenses. Su exterior sobrio contrasta con el encanto de su interior, mientras que sus jardines ofrecen un rincón tranquilo para hacer una pausa antes de continuar el recorrido.

La Vila: el casco antiguo de Cambrils

Sin duda, el casco antiguo de la ciudad, conocido como La Vila, es uno de los imprescindibles que ver en Cambrils. Aunque ha cambiado con el paso del tiempo, todavía conserva su trazado medieval, con callejuelas estrechas, plazas con encanto ¡y hasta restos de sus antiguas murallas 😯!

Pasear por La Vila es viajar al pasado, descubriendo edificios históricos y pequeñas joyas arquitectónicas que nos hablan de su pasado defensivo y comercial.

Plaza de la Vila

En pleno corazón de La Vila, esta plaza porticada ha sido el centro neurálgico de Cambrils desde la Edad Media. Antiguamente acogía el mercado y las reuniones del Consejo de la Universidad de Cambrils, y hoy sigue siendo un lugar con mucho encanto.

Si crees que has visto antes esta fuente es porque es como la Fuente de Canaletas en la Rambla de Barcelona

Iglesia de Santa María

Construida en el s. XVI sobre los restos de un antiguo templo del s. XII, esta iglesia es uno de los edificios más emblemáticos de La Vila. Posee una sobria fachada barroca, pero también conserva elementos renacentistas y neogóticos. Su imponente torre campanario recuerda su doble función: templo y punto de vigilancia.

El interior es sencillo, pero lo más curioso no está dentro, sino bajo la iglesia. No se trata de una cripta, sino del único refugio antiaéreo público que se conserva en Cambrils, con accesos originales, incluida una entrada en plena plaza. Para visitarlo, consulta los horarios en la Oficina de Turismo.

El refugio conserva una salida algo más alejada, en la calle Creus, 20, y otra en un pequeño jardín cercano, donde aún se pueden ver unos antiguos lavaderos públicos. Aunque esta última entrada permanece cerrada, el lugar tiene otro atractivo: la Torre del Huerto de Santa María, también conocida como Torre del Limón, una torre vigía del s. XVII que formaba parte del sistema defensivo de Cambrils.

La florida Calle Lloberas

Esta pintoresca calle es uno de los lugares más encantadores que ver en Cambrils. Va desde la calle Creus hasta la calle Mayor de La Vila, es conocida por los locales como «la calle de las flores». El motivo es evidente nada más verla, ya que sus fachadas adornadas con coloridas macetas la convierten en una de las más fotogénicas del casco antiguo.

Pero no solo es bonita: aquí también se encuentra la casa más antigua de Cambrils, fechada en 1582.

Las murallas de Cambrils

Siguiendo por la calle Mayor, llegarás a una de las antiguas puertas de la muralla, escenario de un episodio clave en la historia de Cambrils: el sitio durante la Guerra de los Segadores. Tras cinco días de resistencia, los defensores de la villa pactaron la capitulación, pero al salir fueron atacados por las tropas realistas. Como castigo ejemplar, se ejecutó a los líderes de la resistencia y sus cuerpos fueron expuestos en la muralla. Hoy, una escultura conmemorativa en la puerta de la muralla recuerda este suceso y los tiempos convulsos que vivió la ciudad.

La Torre del Bou

Muy cerca, se encuentra la única torre que se ha conservado del recinto amurallado de Cambrils: la Torre del Bou. Según la tradición, en algún momento se utilizó como establo para un buey que servía de semental, y de ahí su nombre. Popularmente también se la conoce como Torre de la Prisión, ya que a finales del s. XIX se usó como tal.

En el s. XIX la torre tenía un piso más que en la actualidad

Después de este recorrido por la historia de Cambrils, seguro que el hambre empieza a apretar. Es el momento perfecto para hacer una pausa y comer en algún restaurante tranquilo de la zona. Luego, nada mejor que un descanso en el cercano Parque del Pinaret, el más grande y moderno de la ciudad. Un lugar ideal para relajarse a la sombra o para que los más pequeños se diviertan antes de continuar tu ruta.

La esencia marinera de Cambrils

Con las energías renovadas, sigue tu camino hacia el puerto, pero antes haz una breve parada en el Parc del Pescador, un encantador espacio verde que rinde homenaje a la tradición pesquera de Cambrils. Entre sus pinos y zonas de descanso encontrarás La Marinera, una histórica barca de pesca construida en 1934 por el carpintero de ribera Julià Vives. Restaurada recientemente, se ha convertido en un símbolo del legado marinero de la ciudad.

Muy cerca del parque está la Cofradía de Pescadores, donde puedes presenciar uno de los momentos más auténticos del día: la llegada de las embarcaciones entre las 16:00 y las 17:00. La actividad en la lonja, el ir y venir de los pescadores y el bullicio de la subasta de pescado te permitirán sumergirte en la esencia marinera de Cambrils y comprender su profundo vínculo con el mar.

Desde la cofradía, dirige tus pasos a la Parroquia de Sant Pere, un templo dedicado al patrón de los pescadores. Esta sencilla iglesia del s. XX refleja el espíritu de un pueblo que siempre ha vivido de cara al mar, uniendo tradición, fe y cultura marinera en cada una de sus celebraciones.

El atardecer en el puerto: de la Torre del Puerto al Faro Rojo

Después de descubrir la vida marinera de Cambrils, sigue tu ruta hacia otro de sus símbolos históricos: la Torre del Puerto. Construida en el s. XVII como parte del sistema defensivo costero, esta torre de vigilancia protegía la ciudad de los ataques piratas y controlaba la actividad marítima.

En su interior se realizan diversas exposiciones temporales y subir a lo alto de la torre es imprescindible, ya que ofrece una de las mejores panorámicas del puerto y la costa de Cambrils. Desde aquí, se aprecia perfectamente la silueta del paseo marítimo, los barcos atracados en la dársena y, si el día está despejado, incluso parte del litoral de la Costa Daurada. Sin duda, un lugar imprescindible que ver en Cambrils.

Posteriormente, da un paseo relajado por el Paseo Marítimo, donde encontrarás algunas de las esculturas más emblemáticas de la ciudad, cada una con un significado especial ligado a la historia y la identidad pesquera de Cambrils.

Homenaje a las víctimas del Temporal de la Candelera

En las Escaleras Reales del puerto, se alza este sobrecogedor grupo escultórico creado por el artista local David Callau. Aunque no hay constancia del monarca al que deben su nombre, estas escaleras se han convertido en el escenario de una de las obras más conmovedoras de la ciudad, En el Pla de les Serenes.

El monumento representa a tres pescadores sosteniendo cestos llenos de pescado, mientras dos majestuosas sirenas, La Dolça y La Calma, se alzan detrás de ellos simbolizando la dualidad del mar: protector y despiadado a la vez. Completando la escena, un joven pescador, Adrià, observa el conjunto con la mirada puesta en el horizonte, representando el futuro y la esperanza de quienes siguen dedicando su vida al mar.

Homenaje a las mujeres del mar

Siguiendo el Paseo Marítimo, en una plazoleta junto al puerto, hallarás otra hermosa escultura: las Mujeres Remendadoras. Este emotivo monumento rinde homenaje a las mujeres que, sentadas en sus sillas de mimbre, reparaban con destreza las redes de pesca, asegurando que todo estuviera listo para la siguiente jornada en el mar. Un reconocimiento merecido a su papel fundamental en la comunidad pesquera.

Para poner el broche final al día, camina hasta el Faro Rojo, el punto perfecto para ver el atardecer sobre el Mediterráneo. Desde aquí, las vistas del puerto y de la línea de costa iluminada por los últimos rayos de sol crean una estampa inolvidable. La brisa marina, el vaivén de los barcos y los colores reflejados en el agua convierten este rincón en uno de los más especiales que ver en Cambrils. Un cierre espectacular para este recorrido por su historia y esencia marinera.

💡 Consejo viajero: Si aún es pronto para ver el atardecer y te apetece estirar un poco más el día, alquila una bicicleta y recorre el Paseo Marítimo hasta Vilafortuny. En solo 15 minutos llegarás a este barrio costero, donde podrás ver su moderna parroquia y el exterior de su fortaleza del s. XI, una de las construcciones más antiguas de la zona.

Día 2 – Historia romana y naturaleza

Después de un primer día descubriendo la esencia marinera e histórica de Cambrils, el segundo día te propongo ir más atrás en el tiempo. Prepárate para explorar el pasado romano de la ciudad y perderte entre los paisajes idílicos de uno de los jardines más impresionantes de la Costa Daurada.

Villa Romana de La Llosa

Comenzamos la mañana en la época en la que Cambrils formaba parte del territorio de Tarraco (actual Tarragona), una de las principales ciudades del Imperio Romano en Hispania. La Villa Romana de La Llosa es un asentamiento rural que aún conserva restos de estructuras domésticas, almacenes… ¡y hasta una zona termal!. Su ubicación estratégica y su extensión demuestran la importancia que tuvieron estos enclaves en la economía agrícola del Imperio Romano, lo que la convierte en un imprescindible que ver en Cambrils.

¿Necesitas más motivos para visitarla? En su interior crece un olivo centenario de edad indeterminada, que quizás ya ofrecía sombra a los habitantes de la villa en sus tiempos de esplendor.

🛎️ Tip viajero: Consulta los horarios en la Oficina de Turismo, ya que varían según la temporada. Para una experiencia más enriquecedora, opta por una visita guiada y descubre todos los secretos de este enclave histórico.

Rumbo a un oasis verde: dirección Parc Samà

Tras este viaje al pasado romano, es momento de cambiar de escenario y adentrarnos en un paraíso natural. El Parc Samà es un espectacular jardín decimonónico y el broche perfecto para este recorrido por Cambrils.

Para llegar hasta allí sin necesidad de coche, tienes dos opciones:

🚲 En bicicleta (25 min aprox.) → Si el día anterior alquilaste una, es una manera ideal de llegar a Parc Samà disfrutando del paisaje.
🚌 En autobús (15 min andando + 10 min de trayecto) → Puedes caminar hasta la estación de autobuses de Cambrils y tomar un bus que te dejará cerca del parque.

Cualquiera de estas opciones te permitirá disfrutar del trayecto de forma relajada antes de sumergirte en la belleza de este jardín histórico.

Parc Samà, un imprescindible que ver en Cambrils

El Parc Samà es una joya oculta en la Costa Daurada, un lugar donde naturaleza, historia y cultura se fusionan en un entorno que recuerda a las grandes residencias coloniales. Con una extensión similar al Parc Güell de Barcelona, este jardín botánico fue concebido en el s. XIX, durante el Romanticismo, como un refugio idílico lejos del bullicio de la ciudad.

Hasta puedes ver ciervos…

Su creador, Salvador Samà i Torrents, Marqués de Marianao, diseñó este oasis como una residencia de verano que evocara la exuberancia de las antiguas colonias. El parque refleja la esencia de la jardinería romántica, donde la naturaleza salvaje y lo exótico se combinan para crear paisajes únicos. Además de plantas singulares y árboles centenarios, aquí habita una variopinta fauna, que incluye gamos, pavos reales, faisanes, tortugas y aves exóticas.

Dedica tiempo a explorar sus rincones más pintorescos: un hermoso lago con puentes colgantes, románticas grutas y cascadas, y su torre-mirador, desde donde obtendrás unas panorámicas espectaculares del parque y sus alrededores. Pero además de disfrutar de su belleza natural, puedes completar la visita con dos pequeños museos que añaden un extra de historia y tradición al recorrido.

Museo del Vermut

En colaboración con la reconocida marca Yzaguirre, el parque cuenta con un espacio dedicado a la historia del vermut, donde podrás conocer el proceso de elaboración y la tradición de esta emblemática bebida. Por supuesto, ¡también podrás disfrutar de uno para recuperar fuerzas!

Museo del Aceite

Ubicado en el antiguo molino de la finca, este museo conserva la maquinaria original utilizada para la producción de aceite de oliva. Es una oportunidad única para descubrir el proceso tradicional de elaboración del aceite y apreciar la importancia de este producto en la cultura mediterránea.

🛎️ Tip viajero: Dedica al menos dos horas para explorar Parc Samà con calma. No olvides llevar calzado cómodo y una botella de agua. Aunque hay mucha sombra, si s verano tampoco olvides la protección solar.

Broche final a dos días descubriendo que ver en Cambrils

Después de explorar los rincones de Parc Samà, toca hacer una última pausa para reponer energías antes de despedirte de Cambrils. Una opción ideal es hacer un picnic en el mismo parque, donde podrás disfrutar de un entorno tranquilo y rodeado de naturaleza.

Si prefieres aprovechar hasta el último momento en el centro, regresa a Cambrils y disfruta de una comida en el puerto, un plan perfecto para despedirte de la ciudad con vistas al mar, mientras saboreas su deliciosa gastronomía marinera… ¡excepto si cómo José tienes alergia a mariscos y moluscos 😂!

Que ver en Cambrils si tienes más de dos días

Si dispones de más tiempo en la ciudad, ahora sí ha llegado el momento de relajarte bajo el sol y disfrutar de sus playas. Cambrils cuenta con más de 9 km de costa, con opciones para todos los gustos:

☀️ Playa del Regueral, la más céntrica y animada, con todos los servicios.
🌊 Playa de la Llosa, perfecta para un ambiente más relajado y familiar.
🏖️ Playa del Cavet, con su mezcla de arena y rocas, ideal para el esnórquel.

Hasta en invierno merece la pena dar un paseo por alguna de sus playas

Cambrils es un destino que lo tiene todo: historia, tradición, gastronomía y mar. Tanto si buscas un viaje cultural como unos días de descanso junto al Mediterráneo, siempre encontrarás una buena razón para volver.

Dónde comer en Cambrils

Cambrils es reconocida por su rica tradición culinaria, especialmente en platos de marisco y pescado fresco. Si quieres descubrir la gastronomía local mientras exploras todo lo que ver en Cambrils, aquí tienes dos restaurantes que no pueden faltar en tu visita.

Bar del Pòsit

Conocido por su compromiso con la sostenibilidad y la «comida real», su cocina se basa en ingredientes frescos, de proximidad y orgánicos, sin procesados ni conservantes artificiales. Su carta ofrece desde tapas hasta arroces y ensaladas, con opciones para celíacos y veganos, asegurando que todo el mundo encuentre algo a su gusto.

Eso sí, lo que más te gustará es el precio, muy ajustado para su calidad y para lo que suelen cobrar este tipo de establecimientos.

Restaurant La Confraria

Si buscas auténtica cocina marinera, dirígete al corazón del Puerto de Cambrils. Con vistas directas al puerto pesquero, este restaurante se especializa en arroces, pescados y mariscos frescos.

Aquí no hay florituras: lo que prima es la calidad del producto, que pasa directamente del mar a la mesa. Toda una experiencia gastronómica que, acompañada de las vistas al puerto, hace que comer en La Confraria sea un imprescindible en Cambrils.

Como imprescindible es probar un plato típico de Cambrils… los Fideus Rossos

Dónde dormir en Cambrils

Cambrils es uno de los destinos turísticos más importantes de la Costa Daurada y cuenta con más de 30.000 plazas hoteleras, así que opciones no te van a faltar. Si buscas un alojamiento cómodo y bien ubicado, te recomendamos el mismo hotel donde disfrutamos de todo lo que Cambrils tiene para ofrecer.

Hotel Sol Port Cambrils ****

En este hotel disfrutarás de una combinación perfecta de comodidad, buena ubicación y excelentes servicios. Está situado a tan sólo 200 metros de la Playa del Regueral, lo que te permite disfrutar del mar sin estar en primera línea, ofreciendo un ambiente más tranquilo.

Además, las habitaciones son amplias y cuentan con terraza privada, ideales para relajarte después de un día explorando todo lo que ver en Cambrils. Por supuesto, también tiene un desayuno buffet espectacular 😋, piscina, gimnasio, sauna y servicio de alquiler de bicicletas a través de RODABIKE directamente en el hotel.

Si viajas en coche, puedes utilizar su parking privado, aunque también es fácil encontrar aparcamientos gratuitos en las cercanías. Y si has llegado en autobús, la estación se encuentra a 15 minutos a pie.

Ahora ya has descubierto todo lo que ver en Cambrils. Más allá del sol y la playa, esta ruta te ha llevado por su lado más auténtico y completo, donde historia, tradición y naturaleza se combinan para ofrecerte una experiencia inolvidable.

Si decides volver, Cambrils siempre tendrá algo más que mostrarte. ¡Hasta la próxima aventura!

Gracias a nuestros compañeros de Barcelona Travel Bloggers por invitarnos a disfrutar su 11º Aniversario y descubrir todo lo que ver en Cambrils. Además de pasarlo genial, nos permitió descubrir una ciudad muy distinta a la que esperábamos.

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