Riópar Viejo, una renacida villa medieval en Albacete
En la parte más alta de un montículo calcáreo, las ruinas del castillo de Riópar Viejo dominan el valle del Río de la Vega y la Sierra del Segura. A sus pies se extiende la antigua villa de origen medieval, con sus estrechas y laberínticas calles. Abandonado a finales del s. XX, hoy día nuevas casas de piedra se alzan dando una nueva vida al pueblo como lugar de alojamiento de viajeros. Descubre con nosotros esta albaceteña perla del turismo rural.
Conocimos esta justa candidata a Capital del Turismo Rural 2021 el mismo día que descubrimos el nacimiento del río Mundo, a unos diez kilómetros al sur de su ubicación. Pero Riópar hay dos, la población actual y Riópar Viejo, una villa medieval abandonada situada a unos 3 Km. al oeste de la localidad moderna. Hoy día, los alojamientos rurales han dado una nueva vida a esta población, dominada por su castillo. Además, es un lugar ideal desde el que ir a ver los Chorros del río Mundo.
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Pinceladas de la historia de Riópar (Viejo)
La historia y decadencia de Riópar Viejo está firmemente vinculada al bronce. Precisamente a sus pies se encuentra el Yacimiento Neolítico de La Marija, abandonado hace más de cuatro milenios, al inicio de la Edad de Bronce. Hasta el Bronce Final, hace unos tres milenios, hubo una población en el mismo lugar dónde hoy día se alza la localidad.
Hay muchos vestigios de la presencia romana en la zona, cómo las monedas del «tesorillo romano de Riópar», actualmente en el Museo Arqueológico de Albacete, y el propio nombre de la localidad. Según parece, derivaría del término latino Rivus Oppae, o «río de la zorra». Pocos datos se tienen de la época visigoda, y de la musulmana nos queda su castillo, reconstruido poco después de la Reconquista de este territorio en el s. XIII.
Aunque inicialmente fue un concejo independiente, pronto pasó a depender de Alcaraz, integrada dentro del extenso Alfoz de Alcaraz y a su vez en el reino castellano de Toledo. En el s. XV Riópar pertenecía al marqués de Villena, pero se sublevó contra el alcaide. Enterado de ello, el conde de Paredes de Nava, enemigo del marqués, aprovechó para enviar tropas en apoyo de los sublevados. La villa fue sitiada y finalmente se incorporaría a las posesiones del conde dentro del llamado Señorío de las Cinco Villas.
Curiosidades de la historia – Los pleitos de Riópar y Alcaraz
Como solución al conflicto, los Reyes Católicos decretaron que Riópar pertenecería al Condado de Paredes de Nava por dos generaciones. Pasado el plazo previsto, Alcaraz reclamó al emperador Carlos I la villa, quien se la concedió siempre que se hiciesen cargo de los gastos de su conquista. Como podrás imaginar, el pleito se prolongó durante siglos y la villa nunca volvió a depender de Alcaraz.
El s. XVIII el bronce provocó el principio del fin de Riópar Viejo. En esa época se crearon las Reales Fábricas de Bronce y Latón, las segundas de su tipo en todo el mundo después de las existentes en Alemania. Para alojar a los obreros, se construyó el pueblo de Fábricas de San Juan de Alcaraz, al que se fueron trasladando los habitantes de Riópar. Con el tiempo su nombre pasó a ser Fábricas de Riópar y finalmente, «sustituiría» a la villa medieval original, que pasó a ser conocida cómo Riópar Viejo.
Y así languideció Riópar Viejo, inalterada por el tiempo y los conflictos que seguían haciendo mella en sus habitantes. Finalmente, a finales del s. XX falleció su último habitante y la villa pasó a engrosar la docena de despoblados de la Provincia de Albacete.
Pocos años estuvieron sus calles desiertas, porque el turismo rural dio nueva vida a esta villa medieval. Viejas casas fueron restauradas y los viajeros comenzaron a pisar sus calles empedradas. Aun así, esta pedanía del Riópar actual es un destino tranquilo dónde relajarte y disfrutar de la paz y la naturaleza.
Qué ver en Riópar Viejo
Por su reducido tamaño no necesitas un mapa de la localidad. Todos los puntos de interés se pueden localizar fácilmente. Hay una gran esplanada dónde dejar tu vehículo para recorrer la villa.
Los miradores
La villa medieval cuenta con dos miradores panorámicos. Es lo primero que te encuentras antes de llegar a la localidad. En ellos se han instalado carteles informativos para poder conocer mejor su entorno. Destacan los cercanos Peña Leal y el Pico del Gallinero, así como el más alto de los montes que se observan, el Pico Argel.
Las calles y casas de Riópar
Riópar tiene un puñado de calles empedradas, pero es un placer pasear por ellas viendo las casas restauradas en piedra. Viviendas como tal hay pocas, siendo en su mayoría alojamientos rurales. Si te fijas bien, podrás encontrar en algún rincón una casa tradicional derruida.
El museo del esparto
Inaugurado hace pocos años, este pequeño museo presenta una colección de casi 150 artículos realizados en esparto. Verás aperos, sogas y otros elementos muy importantes en las labores agrícolas y ganaderas de antaño. También organizan talleres sobre esta forma de artesanía tradicional. El museo está situado en la calle Dolorosa, abre los sábados, domingos y festivos de 11 a 14 y la entrada es gratuita.
La iglesia del Espíritu Santo,
La población empezó a asentarse después de la Reconquista, construyéndose la iglesia en el s. XIII. El templo actual es una reconstrucción del s. XV, aunque conserva su aspecto románico. Es una de las iglesias románicas más al sur de toda la Península.
El templo es de pequeñas dimensiones y de planta rectangular, con una sola nave y cabecera plana. La armadura de la cubierta presenta pinturas de estilo mudéjar. Además, en el interior también destacan el coro de madera, sostenido por una columna y unos frescos descubiertos hace unos años. Una recreación de los mismos se puede ver en la propia localidad en la cercana Casa del Águila, en la exposición Las Edades de Riópar.
Está declarada Bien de Interés Cultural y abre los sábados y domingos de 12 a 14. Fuera de ese horario se abre para grupos previa reserva en la Oficina de Turismo de Riópar.
La leyenda del Olmo de Riópar
Muchos olmos desaparecieron por culpa de una enfermedad llamada grafiosis en los años 30 y 70, pero al lado de la iglesia del Espíritu Santo todavía hay un bello ejemplar. Según la leyenda, el marido de una joven llamada Zulema partió a la guerra. Ella rezó para que nada le ocurriese pero de poco sirvió, pues el joven murió en batalla. Zulema le hizo enterrar en el suelo de piedra del patio de su casa, regando día y noche con lágrimas la fría tumba de su marido.
Así llegó la primavera, y de la piedra brotaron verdes tallos y creció un árbol cuya sombra calmaba la tristeza de Zulema. Pasaron los años y cercana ya su última hora, Zulema se abrazó al árbol y le dijo «Quiero dormir a tu sombra, donde mi esposo me espera; con su amor te dio la vida y mi amor te dará fuerza, verás caer a la torre, al castillo y sus almenas, y así a través de los siglos serás símbolo y emblema de que el amor siempre arraiga hasta en la más dura piedra».
La Fuente
En un paso natural entre dos rocas hay un arco apuntado por el que se accede a una fuente con unos escalones semicirculares a modo de gradas. El agua mana de una pequeña columna de mampostería y derrama en dos pilares circulares situados de forma escalonada. Aunque su construcción es relativamente reciente, aparentemente aquí manaba agua desde antiguo. Algunos incluso dicen que ya se utilizaba este manantial en época árabe.
El castillo
De origen musulmán, este castillo-fortaleza mudéjar fue construido en fecha incierta para controlar el valle del Río de la Vega. Después de la Reconquista, fue reformada por los cristianos en los siglos XIII y XIV. Durante los siglos XIX y XX fue reutilizado como cementerio, y todavía podemos ver varias tumbas en su interior. Sin duda una visita curiosa y escalofriante, sobre todo si hacemos caso a la leyenda que dice que aquí se enterraba a no bautizados, herejes y suicidas. El cementerio principal de la villa se encuentra entre el castillo y la iglesia, y no se sabe a ciencia cierta que pintan estas tumbas en el interior del castillo 🤔.
La fortaleza está fabricada en mampostería y es de planta irregular. En el lado sur presenta una muralla con cinco torres de planta rectangular. La Torre del Homenaje está muy deteriorada y partida en dos y en la parte alta de la meseta al norte se ven vestigios de otra torre. La orografía del terreno le proporciona unas excepcionales defensas naturales al este y al oeste. En la zona noroeste, unos pasadizos atraviesan el acantilado y conectan con varios senderos. Se piensa que fueron proyectados como rutas de huida en caso de asedio.
Cómo llegar a Riópar Viejo
La villa se encuentra en la comarca de la Sierra de Alcaraz, a unos 116 Km. al suroeste de la capital provincial, Albacete y a tiro de piedra de tierras andaluzas. Puedes llegar al corazón de esta villa en tu propio vehículo o dar un paseo desde el cercano Riópar si hace buen tiempo. Se accede por la carretera CM-412 hacia Alcaraz, por el desvío de la derecha que asciende al pueblo.
Dónde dormir en Riópar Viejo
Si te decimos que en esta villa medieval hay más alojamientos rurales que personas viviendo podrás hacerte una idea de la facilidad para encontrar un sitio dónde dormir. Te dejamos un enlace dónde puedes encontrar un alojamiento en esta villa.
Ya sabes todo lo necesario para disfrutar de esta perla del turismo rural. ¿A qué esperas para conocer Riópar Viejo? ¡¡Hasta pronto!!
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Muy chulo. Pero Riópar y Riópar Viejo están en la Sierra de Alcaraz.
Por lo que sabemos, efectivamente el municipio de Riópar está ubicado en la comarca de la Sierra de Alcaraz como indicamos en el apartado Cómo llegar. Sin embargo y salvo error, pertenece a la Mancomunidad de Municipios de la Sierra del Segura, no como por ejemplo Alcaraz, que si pertenece a la Mancomunidad de Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel. Consideramos en el momento de la redacción del artículo que siendo el objetivo principal dar a conocer este bello lugar, profundizar en esta información de administración territorial aportaba un escaso valor al lector. ¡¡Gracias por comentar!!
Ooh que bonita habéis retratado la tierra de mis antepasados. Mi padre y abuelos son de Riopar. Os cuento que mi padre, que ahora tiene 97 años, dice que la fuente es de construcción nueva. Siempre ha habido un manantial pero la construcción es reciente. Un abrazo
En este caso el mérito no es del «pintor», sino de la belleza de Riópar. La fuente si nos parecía de construcción reciente, pero teníamos información contradictoria. Muchas gracias por tu comentario y por leernos
Tengo fotos en esa fuente escalonada de piedra tan bonita y escalofriante a la vez de hace por lo menos 23 años, me quedé maravillada de ríopar viejo
23 años es relativamente reciente dada la antigüedad de Riópar Viejo. Y sí, nosotros también nos quedamos maravillados. Gracias por leernos y comentar
Morgana: mi abuelo materno, Bibiano Tolmo, nació en Riópar Viejo allá por el año 1898. Lo se porque me proporcionó el Registro Civil su certificado de nacimiento. Hijo de peón y mujer dedicada «a las labores propias de su sexo» nieto igualmente de familias humildes de Riópar. Mi abuelo empezó a trabajar a la edad de 9 años en la fábrica creada por Carlos III dedicada a objetos de bronce y cuberterías de alpaca. Con 20 años era también sparring de boxeo del club de Albacete. Poco después de vino a Madrid y tras mucho esfuerzo se hizo millonario en el campo de la metalistería. En aquellos tiempos Madrid era el sueño dorado de las personas humildes que se creían con fuerza para prosperar.
Hoy día todavía se pueden visitar las Reales Fábricas de Bronce y Latón. Nosotros lo hicimos y sin duda complementa perfectamente una escapada por Riópar por la importancia que tuvo para la población. Muchas gracias por leernos y comentar
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