Termes, la fortaleza cátara Inexpugnable
Como ya os comentamos en la primera parte de esta entrada, a las 11:00 salimos dirección a Termes. El viaje desde Villerouge-Termenés se hace muy corto porque el paisaje es espectacular. De hecho, tardamos más de los esperado porque no hacíamos nada más que pararnos, como en una curva desde la que se divisa una espléndida panorámica del Castillo de Termes.
En la siguiente foto realizada con el zoom os podréis hacer una mejor idea del castillo de Termes y de su actual estado de conservación:
Además, nos llamó muchísimo la atención los setos perfectamente cortados que hay a ambos lados de la carretera… cuando los vimos la primera vez quedamos perplejos, ¿pero cuantos kilómetros se hacen aquí los jardineros? Luego ves la belleza de Termes a las orillas del río Le Sou y lo de los setos te parece perfectamente normal.
Durante el s. XI y XII Termes fue el centro de un importante señorío que llegó a extenderse desde Arques hasta Aguilar. Tras el asedio de La Inexpugnable Fortaleza de Termes en el s. XIII el asentamiento se trasladó a su ubicación actual, donde a día de hoy moran unos 50 habitantes.
Para no perder la costumbre, como otros centros turísticos, tiene a la entrada su parking gratuito. Este no dispone de baños, pero sí de fuente de agua y cubos de basura.
Para ir del parking al castillo seguimos la orilla del río, disfrutando del paisaje. Las entradas al castillo las venden en la propia Oficina de Turismo, ubicada en una casa tradicional a la vera del río. Cuando llegamos un letrero nos informó de que habían subido al castillo y que volverían pronto. Decidimos aprovechar para ver el pueblo.
En nuestro paseo nos encaminamos hacia la Iglesia de la Natividad. Es el único edificio medieval del pueblo (s. XIII) y ha sufrido pocas modificaciones. Consta de una sola nave de cañón agudo en tres tramos y contiene una pila bautismal adornada con tres escudos con las armas del Arzobispo de Narbona. En el s. XIV Termes se convirtió en la cabeza del arciprestazgo de Termenés, en la antigua diócesis de Narbona.
La iluminación interior ha sido instalada hace pocos años y permite admirar mejor el monumento. No podíamos ver la hora en el reloj de sol del lateral de la iglesia por culpa de las nubes, pero todavía era muy pronto, así que volvimos a Turismo para visitar el Castillo de Termes antes de comer (en el enlace tenéis precios y horarios actualizados). Recordad que aquí podéis usar el Passeport des sites para tener entrada reducida.
El chico de turismo hablaba español y nos dejó el dossier que usan los guías turísticos cuando enseñan el castillo, muy completo y plastificado ¡¡así da gusto!!.
Antes de subir proyectan un vídeo en francés (subtitulado) de 10 minutos acerca de la historia de la Fortaleza y que revela muchos datos interesantes:
- La fortaleza no debería haberse construido en esa ubicación, puesto que no es la óptima en elevación y visibilidad. Lo que motivó ese emplazamiento fue que allí confluían dos arroyos que no se secan nunca.
- Termes fue un importante centro del catarismo, que encontró terreno abonado debido a las continuas disputas sobre derechos y terrenos con la cercana abadía de Lagrasse.
- Al norte del castillo, en un promontorio elevado se situaba una torre independiente llamada Termenet. La torre ha desparecido, pero el promontorio ha conservado el nombre.
- Cercado por las fuerzas del cruzado Simon de Monfort en 1210, los sitiados decidieron rendirse por la falta de agua. Justo el día antes del encuentro para ofrecer su capitulación, cayó una gran tormenta. Este «milagroso» regalo del cielo rellenó las cisternas y permitió que se prolongase el asedio.
- El Castillo de Termes se consideraba «Inexpugnable» por sus excepcionales defensas, pero finalmente cayó tras cuatro meses de asedio debido a la extensión de la disentería por el consumo del agua de lluvia.
- En el s. XIII se convierte en Fortaleza Real (es uno de los «cinco hijos de Carcasona») y sufre una gran remodelación.
- El mal estado del Castillo de Termes no se debe a ninguna batalla. Cuando se abandonó la fortaleza real en el s. XVII, se decidió volarlo con pólvora ¡¡para que no cayese en manos españolas!!
Cogimos este folleto con una brevísima información en Español. De hecho, toda la información interesante está en francés, pero igualmente es bastante útil. En el folleto menciona también dos rutas de senderismo, una por las gargantas del Termenet al norte que se llama «La petite vadrouille» (3h, circular) y otra por la garganta de Coneypont llamada «La boucle de Nitable Roc» (3h 30, circular). En este enlace, podéis encontrar más información de las dos rutas. Nosotros decidimos no hacerlas por falta de tiempo y porque era seguro que nos llovería, así que pasamos directamente a la exposición de maquetas de asedio.
Como la lluvia nos estaba respetando, nos entretuvimos poco en la exposición y subimos rápidamente la cuesta (15 minutos) hacia el castillo. Con tanta cuesta, tanto subir castillo para arriba, castillo para abajo, el pantalón empezaba a quedar flojito, ¡¡esto es mejor que un gimnasio!!.
La subida es bastante cómoda, ya que casi toda discurre por una pista asfaltada por la única cara accesible de la Fortaleza.El castillo no tiene vallas ni puertas de acceso, pero si no pasas por taquilla no ves el vídeo, ni te dan el dossier, y sólo ves cuatro piedras sin entender nada de lo que divisas. Aun así, merecería la pena solo por las vistas del pueblo y del valle. Las vista desde aquí son maravillosas, recuerdo perfectamente el valle verde con el pueblo al fondo.. y eso que el día estaba gris que si llega a brillar el sol… éramos los únicos visitantes del Castillo, los Reyes durante media hora…
El Castillo estaba en obras y lo que se conserva es poco, pero tiene mucho encanto, sobre todo en un día gris como el que lo visitamos.
A partir del año pasado, se pueden realizar en días concretos visitas teatralizadas guiadas por Ermessenda, que casó en segundas nupcias con Raimundo VI de Tolosa, principal valedor de los señores contra los que Inocencio III proclamó la Cruzada Albigiense. Estas visitas teatralizadas terminan con un aperitivo en el pueblo.
Si viajáis en agosto, también podréis disfrutar de las jornadas de reconstrucción histórica que durante varios días conmemoran el Asedio de Termes.
Nosotros como ya os hemos dicho hicimos la visita totalmente solos. Podéis usar el siguiente plano para situaros en vuestra visita (en inglés) de la web oficial http://www.chateau-termes.com/.
Se accede al primer recinto por la cara sur-este, que tiene una rampa que permite atravesar la muralla de época real.
Una de las zonas más conocidas de este castillo es la sala conocida como «La Capilla», por su ventana en forma de cruz que ya es un símbolo de los castillos del País Cátaro: Sin embargo, el estudio de los restos descubiertos durante las excavaciones ha permitido saber que en realidad, ¡¡oh sorpresa!!, que esa sala no se dedicaba al culto religioso, sino que era un taller de vidrio.
La zona de muralla mejor conservada es la nordeste, que conserva casi toda su altura original y a la que sólo le faltan las almenas.
Una vez visitado todo el castillo, dejamos el dossier y dado que era hora de comer que mejor que hacerlo en el preciosos merendero al lado del rio… ¡¡que ingénuos!!. La lluvia no estaba invitada, pero igual se pasó. Como empezaba a chispear, fuimos a los baños que hay al lado del merendero y al coche a comer. Ya os habíamos comentado que en el parking hay cubos de basura y fuente, que nos vinieron de perlas. Ya con el hambre saciada, partimos con la lluvia a nuestro siguiente destino, la Abbaye de Fontfroide.