El Hayedo de la Pedrosa en Segovia
Durante la última quincena de octubre las hayas despliegan un espectáculo multicolor que va del amarillo al rojo vivo.
El otoño es momento de visitar los grandes hayedos del norte de España, como son Irati y Urbasa en Navarra, Saja-Besaya en Cantabria o el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en Huesca.
Sin embargo, en el Sistema Central, a los pies de la sierra de Ayllón, se encuentran tres de los hayedos más meridionales de España y de Europa. Estas rarezas puede que en su día fuesen un único y gran bosque, pero actualmente son pequeñas joyas en el corazón de la Península.
Con sus más de 1.600 hectáreas, el Hayedo de Tejera Negra en Guadalajara es el más grande de los tres. Para visitar este Parque Natural en otoño os tocará reservar aparcamiento, que sólo tiene espacio para 150 vehículos y que desde hace unos años cuesta 4 € por coche.
Más modesto pero con más fama es el Hayedo de Montejo de la Sierra, quizá por encontrarse en la Comunidad de Madrid o por ser el más meridional de los tres. Este hayedo tiene 250 hectáreas y la protección de la que goza por ser Sitio Natural de Interés Nacional hace que sólo se pueda visitar de forma breve y con guía. Para estas visitas se puede reservar (con bastante antelación) o presentarse directamente a primera hora esperando tener suerte y poder entrar.
En Segovia, mucho más modesto y sin ningún tipo de protección, se encuentra el Hayedo de la Pedrosa o de Riofrío de Riaza, con sus 87 hectáreas. Un pequeño rincón que se puede visitar tranquilamente, sin cuotas, guías ni prisas… pero eso sí, con el mayor de los respetos y el máximo cuidado para permitir la conservación de este pequeño rincón natural.
Nosotros fuimos ya demasiado entrado el otoño y aun así el espectáculo que ofrecía era fabuloso, así que otro año tendremos que ir a verlo en todo su esplendor.
Para visitarlo hay que dirigirse hacia Riofrío de Riaza, y continuar por la carretera de montaña SG-112. Muy recomendable ir despacio y disfrutar del maravilloso paisaje que os rodea, ya que esta carretera atraviesa el hayedo.
Debéis seguir hasta pasar el kilómetro 11, donde veréis un poste señalizador que marca el inicio de la ruta más concurrida. Eso sí, difícil será dejar allí el coche a menos que seáis muy madrugadores, puesto que los huecos a ambos lados de la carretera son muy escasos.
Esta ruta asciende rápidamente atravesando el hayedo para luego tomar a la derecha un cortafuegos que nos llevará hasta el puerto de la Quesera, desde el cual podremos bajar por la carretera hasta nuestro vehículo. En total unos cuatro kilómetros y hora y media de ruta circular que os permitirá hacerlos una idea de la belleza de este paraje.
Si llegáis un poco tarde os tocará seguir avanzando hasta poder dejar el coche en el puerto o incluso ya en las cunetas de la carretera en la provincia de Guadalajara.
Otra ruta menos concurrida, más larga y que fue la que hicimos nosotros, sale del Puerto de la Pedrosa, que está un poco antes que el de la Quesera, justo entre el límite entre las provincias de Guadalajara y Segovia.
De allí sale el camino viejo de Peñalba de la Sierra, que lleva hasta el Embalse de Riofrío, atravesando el arroyo del Avellano y el río Riaza.
Lo malo de esta ruta es que luego se debe volver por el mismo lugar o por la carretera, que con mucho tráfico se hace pesado. Eso sí, si volvéis por la carretera podéis enlazar esta ruta con la anterior.
En ninguna de las rutas encontraréis agua potable, pero en la que hicimos nosotros ya cerca del embalse hay varias praderas donde podéis tumbaros a descansar o a tomar un refrigerio que llevéis en la mochila.
Por cierto, la alfombra roja de hojas en el suelo es muy bonita… ¡¡pero cuidado que resbala!! 🙂
Si tenéis tiempo no está de mas visitar Riaza, Ayllón o los pueblos de arquitectura roja y arquitectura negra.
Un plan perfecto para ir con un mapa y vuestra mochila 🙂 ¡¡Hasta pronto!!